Jeon JungKook es un chico adorado, impaciente, competitivo y ciertamente chulesco, pero un Alfa adorado y apreciado.
Kim TaeHyung es un chico brillante, divertido, alegre y demasiado tierno, pero un Omega brillante y apreciado.
Park Jimin es un chic...
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Con la puerta cerrada para tener algo más de intimidad, TaeHyung habiendo dejado de llorar, JungKook menos tenso y Jimin fingiendo calma; fue que comenzaron a beber el té.
-Sigue contigo. -Murmuró JungKook rompiendo el silencio.
-Papá vendió todos nuestros caballos y se mudó conmigo a la ciudad para cuidarme. -TaeHyung le sonrió de lado con dulzura. Que a pesar de la cruda verdad, Jimin siguiera diciendo papá a SeongHwa indicaba que realmente se había ganado ese título. -Voy a explicar donde he estado. -Anunció abrazando la taza de té con sus pequeñas manos.
-Quiero saber muchas cosas la verdad. -Murmuró Jeon copiando su gesto.
-Espero resolver todas vuestras dudas. -Lamió sus rechonchos labios antes de morder el inferior y suspirar largo y tendido para iniciar. -Cuando llegamos a Seul fuimos a un hospital recomendado por los doctores que me atendieron aquí, era un hospital con una área especializada en Betas. -TaeHyung tomó una de sus pequeñas manos para darle un ancla, un lugar seguro. Funcionó. -A parte del maltrato que tenía mi cuerpo por mi intento de suicidio y las hormonas malgastado y revueltas por la constante consumición se inhibidores y supresores para Omega no siendo mi casta... -JungKook se removió incómodo y tomó su otra mano ansiando no tener que escuchar más malas noticias aún si sabía que lo iba a hacer. -Mi cuerpo estaba desnutrido y magullado internamente para mi edad. En los análisis... -Una lágrimas surcó por su mejilla hasta caer por su mentón y graciosamente terminar sobre su taza de té.
-¿Qué había en tus análisis? -Preguntó temeroso el Omega, apartando las tazas de su camino y acercándose más a su Beta.
-Mi madre había estado colocando pastillas, específicamente sedantes para caballos, en mis comidas.
La confesión de Jimin hizo a manos contrarios jadear asombrados, era la rabia y el dolor creciente el que les hizo comenzar a llorar también en silencio.
-Hija de puta. -Murmuró Jeon haciendo sonreír a Jimin de forma amarga.
-Fue un largo proceso. -Susurró continuando Jimin. -Comprender que por eso mi madre me daba ciertas comidas en peor estado o menos cantidades, que si papá me daba su plato ella lo tirara a la basura y a él le pusiera uno nuevo, que ella fuera quién me comprara la medicación o quién iba al médico por mí. Pequeñas cosas que cobraron sentido.
-Ay luna. -Gimió TaeHyung dolido.
-Entonces comenzó el caos. -Continuó. -Llegó la desintoxicación de mi cuerpo a los supresores e inhibidores, la nueva dieta para coger peso y músculo; era comer para vomitar con temblores porque mi cuerpo necesitaba las hormonas de Omega que había estado consumiendo tanto tiempo.
El silencio se implantó entre los tres, JungKook no sabía qué hacer y solo atinó a acercarse y colocarse a la espalda de Jimin para apretarlo contra su pecho en un cálido abrazo.
