Capítulo 2: Uniones y roturas.

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Dedicado a @Vic_Otaku_Reading porque... Porque nos ha empezado a pillar con el carrito del helado, aunque todavía quedan muchas cosas por descubrir, lo prometido es deuda

Uniones y roturas.

Mio se irguió y se estiró, tras cerrar la bolsa de basura y, con la ayuda de Zeno, haber fregado el suelo y limpiado la barra y la mesa.

-Finalmente, esto está listo.- dijo, con un resoplido, acercándose a la barra y sentándose en uno de los taburetes con un suspiro.

-Mio-chan es muy rápida. -Alabó el rubio, aplaudiendo con alegría.

La nombrada puso un rostro extraño.

-¿Mio...-chan...?- repitió, en un susurro confuso.

Zeno asintió y sonrió, con sus colmillos asomando entre sus dientes.

-Mio-chan. -Volvió a decir con toda la seguridad del mundo.

-Sabes que soy mayor que tú, ¿cierto, chico?

El Dragón Amarillo se volvió a reír fuertemente hasta que el estómago le dolió y tuvo que relajarse.

-Zeno es más mayor de lo que parece.

Mio alzó las cejas, incrédula y sorprendida, pero se encogió de hombros y permitió una sonrisa lateral asomar entre sus labios.

-Pareces joven, de todas formas.- apuntó ella, mirándolo al rostro fijamente y tratando de averiguar su edad.- No más de dieciocho años.

-¿Dieciocho? -Se alarmó el chico. -Zeno tiene diecisiete. ¿¡Zeno parece tan mayor!? -Preguntó, mientras agarraba una bandeja y buscaba en ella su reflejo. -¿¡Zeno está tan viejo!?

-En realidad aparentas ser incluso más joven, pero tanto alardeabas de ser mayor que me has hecho dudar.- dijo ella, pasando la mano por su pelo y recolocando los despeinados mechones de cabello en el lado contrario de su cabeza.- Y tengo veinte, así que sigo siendo mayor que tú.- dijo, alzando el rostro y poniendo una sonrisa triunfal en sus labios como quien responde a una pregunta particularmente difícil.

-¡Ah! -Gritó de repente, haciendo saltar en su sitio a la mujer a su lado. -¡A Zeno le han salido arrugas! ¡Zeno se está volviendo un anciano!

Mio abrió la boca para responder, pero no había palabras que salieran de sus labios. Observaba al rubio con las cejas alzadas y los ojos abiertos, confusa y desconcertada. Terminó por soltar el aire retenido en sus pulmones y negar con la cabeza con una sonrisa en sus labios. Optó por cambiar de tema.

-¿Es Zeno tu nombre?

Zeno asintió, dejando la bandeja para volver a sonreír y señalarse hacia la nariz.

-Zeno es Zeno, encantado de conocerla, señorita Mio. -Dijo antes de ofrecerle su mano.

La de cabello violeta sonrió con una mueca confusa pero satisfecha, totalmente intrigada y curiosa por el chico. Tomó su mano, sus ojos brillaron pícaros.

-Un placer, Zeno-kun.- dijo, resaltando el honorífico.- Creo que ya me conoces, pero me presentaré también. Lan Mio a tu servicio, siempre lista para la bebida y las batallas.

-¡Beber, sí! ¡Zeno tiene sed!

Mio rió y se puso en pie, dando la vuelta para caminar hasta el lado contrario de la barra y posicionarse frente a él.

-Bien, por fin un tema en que destaco. ¿Quieres un té o un zumo?- preguntó, con los ojos brillantes.

-Zeno quiere aguardiente.

Hermanas a pesar de la distancia - Akatsuki no YonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora