Capítulo extra: Niños, muchos niños

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-.- Especial cumpleaños de Sigma -.-

Niños, muchos niños

Miércoles por el mediodía. Gamma y Sigma, entre partidas de Genshin Impact y Cookie Run: Kingdom, descontentas con el menú de la residencia en la que viven, decidieron ir a comer a la hamburguesería del payaso feliz (no nos pagan la publicidad lo suficiente. No nos pagan nada). Mientras tomaba un McFlurry de Lacasitos, Sigma tuvo la que tal vez fue su mejor idea en todo el día.

-Gamma.- dijo de pronto, alzando la mirada de su helado de marca censurada con lacasitos y mirándola fijamente, sonriendo de forma amplia y encantada.- Ya sé lo que vamos a hacer hoy.

Gamma alzó la mirada de su propio helado, observándola con curiosidad, esperándose ya cualquier locura por parte de su amiga de cabello desteñido. (Teñido. El suelo de la ducha no opina lo mismo.)

-Soy muda. -Respondió, sonriente. -Ferb no habla nunca, Phineas.

-Es una gran idea.- advirtió la mayor, riendo en bajo casi con cierta locura.- ¿Estás lista para escucharla?

-Oh sí, dale, ya hay pocas cosas que digas y puedan sorprenderme. -Aseguró la contraria, recordando mentalmente la cantidad de spin off que tenían sobre esta historia principal.

-Escúchame atentamente.- dijo, contenta, la mayor, cogiéndole el antebrazo y acercándola algo más a sí.- ¿Oyes eso?- inquirió, poniendo atención, sólo escuchándose una conversación de fondo y a una niña de cuatro o cinco años jugando en el tobogán con su abuelo.

-Es imposible que sean tus tripas de nuevo, acabamos de comer casi treinta euros de carne y patatas.

-Eso no, además; sabes que siempre tengo hambre y sueño.- quitó importancia al asunto Sigma, moviendo su mano despreocupadamente.

-Baka. -Se limitó a contestar Gamma, comiendo un poco más de su helado. -Está frío.

-Da igual, regresemos al punto.- ordenó Sigma, negando algo con la cabeza y la mano.- Concéntrate.- pidió, chasqueando los dedos, luego sonriendo.- Imagina...

-Inazuma... -Se burló la menor al más puro estilo Félix de Encanto, riendo.

-Niños.- soltó de pronto la desteñida, sonriendo ampliamente.- Todos niños.

-Children, little children, ¡burned! -Imitó Gamma a Jon Snow. -Niños, sí, bien. Todos niños. -Asintió, luego mirando a Sigma. -¿¡Qué niños!? ¡Explícate, mujer!

Sigma rió, contenta, tomando aire para responder, aunque siendo cortada.

-Chicas, vamos a cerrar...- comenzó una empleada de la Cajita Feliz, mirándolas entre confusa y asustada.

-¡Silencio, mortal!- exclamó Sigma, sonriendo mientras se ponía en pie, señalando al cielo.- ¡Los Dioses están debatiendo el destino de tu vida!

La cajera que había ayudado a Gamma a subir la bandeja con comida mientras Sigma había esperado arriba en la mesa las miró con miedo, alejándose.

-Has asustado a la cajera. -Recalcó Gamma lo obvio, bebiendo de su Coca-Cola (tampoco nos pagaron esto. Ni de coña). -Pobre mujer.

Sigma rió, agarrándola, poniéndola en pie y sonriendo.

-¡Luces!- exclamó, tirando un poco de su ropa, al momento convirtiéndose en un delantal de maestra con dibujos y colores.- ¡Cámara!- siguió, señalando hacia delante y cambiando de escenario, sonriendo mientras daba un último grito.- ¡Y, acción!

Gamma la miró con los labios fruncidos y los brazos cruzados.

-Quería terminar mi helado.

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Hermanas a pesar de la distancia - Akatsuki no YonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora