No toques a mi princesa [Kidge].

Capítulo 29. Debajo de la mesa

Pidge
Habíamos perdido.
Y Lotor había vuelto.

Nos dimos cuenta de la verdadera ambición de Honerva al robar toda esa quintaesencia y al entrar a la guarida sagrada Oriand. No pudimos detenerla, de alguna manera la máquina más poderosa del universo había perdido contra la brutalidad de la máquina de Lotor. Aún podía recordar fragmentos de cuando recibimos el golpe y así se rompía la conexión de Voltron, cuando era así, la separación tan repentina o forzada podíamos sentir cada integrante de Voltron como un pequeño calambre en todo nuestro cuerpo se recorría, desde los folículos del cabello hasta la uña del dedo, no era una sensanción nada agradable y completamente amarga.

Después de eso recuerdo haber despertado, al parecer después del impacto me había desmayado; tiempo después me enteré que no fui la única en desvanecerse aquella ocasión; y había regresado en mis 5 sentidos poco a poco, primero la vista, que era borrosa pero funcional, después el olfato, porque aunque todo parecía bien en Green y nada se quemaba, olía a quemado y a sangre, mi propia sangre, supe que era mía pues el siguiente sentido en aparecer fue el gusto, mi lengua podía percibir aquel sabor característico de la sangre, ligeramente metálico y a hierro, después regreso en mi el tacto, pues aún con los guantes toque mi cara para tratar de identificar de donde provenía la sangre, nada grave pues solo era de la nariz, tal vez con el impacto había chocado con algo o simplemente por El Fuerte movimiento y por último regreso mi audición, al parecer estaba soñando desde hace un rato mi transmisor, cuando recobré el sentido completo traté de tocar el comunicador para conectarme al audio de Green, pero, antes de siquiera alcanzar a tocar el comunicador, me di cuenta que no era de ahí de donde provenía el sonido busque por todos lados, era aquel comunicador que Keith y yo escondíamos cuando él iba a sus misiones Galra y con el que a veces nos comunicábamos, por el simple hecho de saber si estábamos vivos.

Así, ahí estaba de nuevo el comunicador cumpliendo su función, pues Keith parecía gritar desde el otro con todas sus fuerzas para saber si estaba bien, lo tome como pude pues estaba tirado en el suelo de la cabina y respondí a su llamado.

— Estoy bien, puedes parar de gritar, ¿Qué fue lo que sucedió? — respondí.

Él pareció haber dado un gran suspiro y no le dio tiempo de contestar, pues para ese momento el suelo por debajo de los Leones comenzó a temblar, Lotor parecía haber subido al cielo junto a la nave de su madre para dejar el lugar, claramente sin preocuparse en quien dejaba atrás, así fueran Alteanos sin nave y nosotros. No mucho después de haber iniciado el temblor que nos indicaba que el suelo se caía Allura llamó por el comunicador principal, teníamos que salir de ahí. Recuerdo incluso que Keith volvió a llamarme por ahí junto con Hunk para saber si estábamos bien, no entendía porque debía repetirlo, pero pensé qué tal vez no me había escuchado por el comunicador, así que igual me reporte y dije que estaba bien, Hunk repitió el mismo gesto de una forma mucho más seria, incluso podría jurar que él fue el primero de los cuatro después de Allura en despertar.

Debíamos despegar en ese momento, no había forma de salvar alguna parte de Oriand así nosotros lo quisiésemos, de no hacerlo nos quedaríamos atrapados en un bucle eterno que no pararía. Justo después de salir de Oriand y llegar a donde estaba la Altlas, se abrió el agujero de gusano que nos sacaría de aquella explosión enunciando la muerte de lo que alguna ve conocimos como Oriand.

Después de eso todo fue realidad, la cruda y dura realidad, una que no era justa y que se sentía como el peor peso en los hombros.

Pasó el tiempo, por su puesto. La tripulación que alguna vez no confió por completo en aquel gran viaje llenando de expectativas sus sueños de salvar al universo se calmó, todo aquel desorden que alguna vez hubo desapareció con la simple percepción de saber que habíamos perdido, que habíamos luchado hasta el final de nuestras capacidades para entonces y aún así Voltron había perdido. Y debo decir que aquel ambiente era incluso mucho peor que el anterior.