Gemelas que Eran Diferentes

Capítulo 44

Miraba su teléfono, anotando lo último en la lista que pediría para su casa del campo con una semana de anticipación, el sábado 6 de Enero de 2018.

Ya estaba planeando todo, estaba haciendo el aseo semanal y viendo donde pondría todo lo encargado, y sólo quedaría esperar el viernes, quedarse en su casa después de hacer los arreglos y esperar el Domingo 14 de Enero de 2018

¿El motivo?

El cumpleaños de Melodi.

Había declarado no tener ningún plan porque quería que todo fuera una gran sorpresa antes de volver a la escuela, una fiesta durante la tarde para que los demás regresaran a sus hogares de forma temprana, por lo que el alcohol no era opción, al menos para sus invitados.

Él y sólo él se encargaría de los arreglos necesarios.

Sí, podría pedir ayuda, pero terminarían por joder lo que había estado tratando de ocultar, si era una sorpresa, nadie debía tener conocimiento hasta que él mismo entregara las invitaciones a las posibles 30 personas que irían.

Y es que no sólo había contemplado que él y Melodi estarían solos, también pensó en todos sus amigos y los de Naruto.

De partida, con sus amigos sería fijo que irían Zentraedi, Natsuki, Riot y Stella, siendo los mejores amigos del azabache.

Por parte de Naruto, estarían Shikamaru y la novia de él, Temari, Sasuke y Sakura, Rock Lee con la sobrina de Gai, en consecuencia, contó a Neji y a Tenten, Ino y el novio de ella, Sai, un universitario, Chouji y su novia de Kumo y la dulce Hinata.

Lógico se contó a él y a Melodi, dando un total de 20 asistentes a la fiesta, cosa que lo tenía bastante confundido.

¿En serio?, ¿él haciendo una fiesta para más de 10 personas?

-¿Qué clase de chiste es ese?- dijo el chico a sí.

Tomó su frente mientras esbozaba una sonrisa.

Al fondo, mientras limpiaba como hacía cada fin de semana, sonaba Lakhey para motivar al muchacho.

Ya tenía incluso la forma de invitarla, lo comentó entre los chicos de forma discreta, sólo con aquellos muy lejanos a la chica, como Temari, que sólo había cruzado un par de palabras con ella durante un partido en Suna.

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Estaba recostada en su cama, mientras agitaba las piernas en espera de algún mensaje. Estando sola ese fin de semana pues sus padres habían salido a una reunión de negocios, Hinata se había ido con Naruto y Hanabi estaba con los Sarutobi.

Y ella estaba esperando el mensaje del azabache para ir a algún lugar, una cena en un restaurante, su cabaña. Pero nada.

De las veces que se habían escapado a la casa en el campo del chico, en esta ocasión, cuando estaba más libre que nada, el chico no la había invitado.

Y eso la ponía de mal humor, aunado también al comentario de Kazuo que, pese a todo lo vivido desde año nuevo, no había hecho más que poner ideas absurdas en su cabeza.

Y, entonces, surgían más preguntas en su cabeza.

¿Por qué carajo Kyoto se enojaba cuando la chica llegaba tarde?, ¿Por qué le había hecho dramas cuando lo dejó plantado?

Las respuestas a ambas preguntas era la misma, no es porque sea Kyoto, sino porque era propio de un ser humano decente acudir a un lugar a la hora y fecha acordadas, y se volvía peor cuando había sido ella quien puso los horarios para esos encuentros.