Capítulo 1

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Amanece despejado, las salas lentamente se inundan de luz, y en esa casa silenciosa, la calma se convierte en algo relativo.
-Despierta flojonazo de mierda- dijo un azabache mientras tomaba un balde de agua.
-¿PERO QUE MIER…?
No alcanza a preguntar, el chico azabache ha arrojado un litro de agua en el rostro del rubio, quien tose frenéticamente, mientras su compañero se queda con calma frente a su cama.
-Hump… mamá dijo que el agua fría despertaba a los dormilones, ¿o qué dices, Naruto?- dijo el azabache.
-Bueno Kyoto- masculló el rubio- Una cosa es agua fría y otra muy distinta es el Ice Bucket Challenge, imbécil.
Y los cubos de hielo estaban ahí, en la cama del rubio, mientras el azabache solo le veía fijamente, no por odiarlo, sino porque el mismo chico era demasiado serio para mostrar alguna otra emoción.
-No llores hermano, además, no despertaste a la primera que te di oportunidad, no me culpes por tu excesiva flojera- dijo el azabache mientras se iba a su cuarto- En minutos la limusina vendrá por nosotros viejo, debemos llegar a tiempo para el primer día de cursos, ya sabes, estamos estudiando acá ahora, bueno, iré a ducharme, tu deberías hacer lo mismo.
-Oh mierda- dijo el rubio con pena- ¿cómo es que acabé acá?- se dijo mientras se metía a la ducha.
Flashback
-Bueno Naruto, tu primo y tú irán a Konoha High School chicos- dijo una pelirroja con alegría leyendo los resultados del examen.
-Mamá, no nos dejaste elegir la preparatoria a la que asistiríamos, ¿por qué diablos haríamos lo que dices?- preguntó el rubio.
El azabache a su lado solo meneó la cabeza en signo de negación, y es que él había hecho una escena similar hacía una hora, el resultado, un ojo morado cortesía de su madre.
-¿Qué cojones dijiste idiota mal hablado?- Dijo la pelirroja alzando su brazo con un puño.
(Bueno, ya es de familia)
-M…mami…
-Es hora de tu castigo ’ttebane.
Y sí, ambos fueron a sus inscripciones con un parche en el ojo derecho, y se tomaron las fotos, aunque solicitaron reposiciones para tomarse fotos para la credencialización de forma normal, sin golpes, ni parches.
Y ambos vivían en una mansión, donde estaban ellos dos solos, aunque los miembros de servicio de los Uzumaki no planeaban dejarles totalmente abandonados y solos, así que tenían limusina, cocina, ropa, calzado…
Fin del Flashback
-Maldita sea- dijo el rubio recordando aquel momento- Pero ni modo, ya no puedo hacer nada más que…
-Quejarte, lloriquear y pedirle ayuda a Dios para que te saque de esta, ¿no es así, Namikaze-chan?- preguntó su primo al otro lado de la puerta.
-Tienes razón Katekyo-chan, por cierto, según supe, dos chicas nuevas iban a ingresar al instituto- comentó el rubio.
-¿Y a mí Qué?, sabes bien que a los dos nos gustará la misma chica, y que pelearemos por ella, y etcétera, etcétera, etcétera.
-Bueno, nadie sabe, probablemente sean las hormonas de la etapa adolescente, y queremos saciarlas con carne fresca- dijo el rubio con una sonrisa.
-No es eso viejo, casualmente la misma chica se enamora de nosotros dos, nos saca los billetes y luego se va, ya sabes cómo funciona eso…
-Oh, ya veo, entonces, puedo decir que nos han estafado…
-Sí, pero ya ni llorar es bueno.
-Cierto, bueno, vámonos ya…
Salieron de la habitación del rubio para llegar al comedor donde solo tomaron una caja de jugo, pan tostado con frutilla, nutella y chocolate, y salieron de la casa ante los gritos de la ama de llaves.
-SEÑORITOS, SI SUS MADRES SE ENTERAN QUE NO DESAYUNARON BIEN, LES CAERÁ UN TREMENDO CASTIGO- Gritó la mujer.
-Tú lo has dicho, si se enteran- dijo el azabache.
-Invéntale algo, de todas formas sabes que también serías castigada, así que no nos conviene, pero disfruta este día, no sabemos lo que pasará- Gritó el rubio
Y se subieron a la Limusina, totalmente ajenos al drama de la sirvienta que vivía en la casa donde ellos residían.
-Oye viejo- dijo Naruto a bordo de la limusina- ¿Por qué dejamos de traer los autos?, es más divertido recorrer la ciudad…
-Te recuerdo hermano, que tu auto te lo recogió tu madre cuando recibiste una multa por exceso de velocidad, y yo no saco el mío desde que una de nuestras admiradoras arrojó un zapato y casi rompe el parabrisas de mi auto, y de eso ya tiene tres meses, casi a la par, ¿así o más claro?- dijo el azabache.
-Diablos, tantos problemas en los que nos metemos, los bueno es que…
-Sí… lo sé…
Ambos tomaron aire.
-Vamos a tener nuestros autos de regreso mañana.
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Narra Hinata
Llegó nuestro primer día de clases, con mi mejor amiga, y mi hermana gemela.
Una de las razones por las cuales estamos estudiando juntas es porque siempre nos hemos complementado para todo, desde sus amigas, mis amigas, sus gustos y los míos son muy similares.
A las dos nos gustan las cosas dulces, ambas tenemos el mismo gusto por la ropa, los zapatos, la comida, la música… y para colmo.
…Los chicos.
Claro está que nunca hemos tenido novio, pues cada escuela que pisábamos solo éramos ella y yo contra el mundo, aunque nos esforzábamos por ser las mejores, pasábamos inadvertidas. Aunque yo me sentía cómoda siendo una espectadora más, mi hermana siempre insistía en que las relaciones sociales nos harían crecer….
PERO YO NO NECESITO RELACIONES SOCIALES PARA CRECER…
Yo sí tomo leche.
-Hinata-nee- llamó una voz conocida por mí a la perfección- Levanta o se nos hará tarde.
-Melodi-nee, ya voy para allá- exclamé mientras me ponía en pie.
Al salir de la cama busqué en el amplio guardarropa mi vestuario del día, una blusa violeta, pantalón de mezclilla azul, mis zapatillas violetas y una sudadera violeta.
Decidí tomar una ducha refrescante, pensando en lo que pasaríamos ese día, desde la presentación, la introducción al instituto, y los nuevos chicos… ¿por qué diablos siempre estamos atraídas por los mismos chicos?
Fin
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Terminó la ducha, totalmente renovada, dispuesta a afrontar el día que le atareaba.
Procedió a vestirse, pensando en aquello que siempre le atormentaba.
Salió de su habitación mientras su hermana salía a la par de ella, con una blusa azul, pantalón de mezclilla violeta, una sudadera azul, blusa azul, y zapatillas azules, y se dirigieron al comedor.
En el amplio comedor, Hiashi y Miyaah les esperaban con calma, a su vez que una Hanabi aún en pijama, ya estaba desayunando.
-Hinata-nee, Melodi-nee, buenos días- dijo la pequeña tomando el desayuno, un cereal algo infantil para sus trece años, inclusive tenía juguete.
-Buenos días Hanabi-chan- dijeron ambas con alegría estirando una mejilla de la chica.
-Ay, duele- se quejó la niña mientras hacía un mohín de dolor.
-Es que eres tan adorable- exclamaron ambas con ternura.
Hiashi estaba frente a ellas, y sonrió, mientras Miyaah se colocaba frente a ellas con sus mochilas preparadas.
-Bien hijas- comenzó Hiashi- Deben saber que su estancia en la escuela será de vital importancia, ya que decidiré quien se hará cargo de las empresas Hyuga, y su madre verá quien se hará cargo de las Ryone, ¿está claro?
-Sí, padre, hablaste claro- contestaron ambas.
-Bien, ahora, su madre tiene algo que decirles.
-Gracias Cariño, bien, como decía su padre, este comienzo de año en esta nueva escuela es importante para ustedes, pues tendrán la oportunidad de decidir por su futuro, si se van o se quedan, ¿está claro?
-Sí madre, clarísimo como el agua- dijeron ambas mientras se disponían a desayunar.
-La limusina pasará por ustedes, espero no lleguen tarde hijas.
-Claro que no papá- dijeron ambas chicas tomando el café.
Tan sincronizadas, que lo único que les hacía diferente eran sus ojos y su cabello, de ahí en fuera, todo lo demás era tan parecido entre ellas, inclusive aunque su ropa fuese de colores invertidos, era la misma ropa.
Acabaron de desayunar, se levantaron para tomar sus mochilas y se despidieron de su familia.
-Hasta luego Hanabi-chan- dijeron mientras volvían a estirar las mejillas de su hermana- Nos vemos mamá- se acercaron a la mujer y le besaron sus mejillas- Hasta luego papá- Y besaron cada quien una mejilla de su padre.
-Hasta pronto Hinata, Melodi, lleguen con bien- dijeron los tres viendo salir a las chicas de la mansión Hyuga.

Gemelas que Eran DiferentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora