Una Cenicienta Diferente

XII

✧SESIONES DE "SUFRIMIENTO" ENTRE AMIGAS✧

—Bueno, puede que este año os hayamos avisado más tarde... —empezó Wiliam, sentado detrás de su escritorio—. Pero al final hemos decidido, que la gala benéfica —puse los ojos en blanco por la palabra benéfica— de Halloween se celebrará.

Me regodee interiormente por saberlo muchos minutos antes es privilegiada información. Es tonto, pero lo hice.

—La gala era como siempre. Empezamos por un espectáculo, tenemos que contratar a alguien —eso último le dijo a una chica que no había visto en mi vida. Creo que es su nueva secretaria.

Sentí la mirada de alguien, y al intentar saber quién era, pillé a Nick mirandoME significativamente. ¿Qué me estaba intentando decir?

—Durante los espectáculos los camareros pasan entre la gente ofreciendo tapas —miró fijamente a Izz—. Confío en que me prepares unos entrantes muy buenos —ella siente—. Luego de eso pasamos a la comida en las mesas —volvió a mirar a Izzy, y sin mediar palabras todos lo entendimos. Se ha de encargar de la comida—. Cuando todos hayamos pasado pasaremos a la subasta. Tres premios, quien puje más gana. Y por último el baile, fiesta, como le querais llamar.

Ahí es donde pasa la magia malvada. Donde ocurren las desgracias que a Julieth tanto le gustaban.

—Al final de este día necesito que me confirméis quién podrá estar presente el 31 para servir y eso.

Miré a Josh, que me miraba con una sonrisa suplicante, y mi mirada pasó a Nick por acto reflejo.

¿Porque no podía parar de mirarlo? Era Nick. NICK. Como mi ¿primo? —no teníamos la misma confianza que con Bailee y Liam—, el cual me odiaba y me hacía la vida imposible.

—Podéis iros. Tengo que ponerme manos a la obra —y miró a la chica de antes que lo había estado apuntando todo como una loca desquiciada.

Los empleados salimos de la oficina, y en eso, aparté a mi mejor amiga de ellos, llevándola a una habitación apartada. Sin saber de quién era, y sin saber las consecuencias de lo que hablábamos allí. Porque la habitación tenía dueño, y ese dueño era muy raro y malo cuando se lo proponia.

—Necesito tu consejo AHORA —la miré seriamente.

—Dime. Pero luego me cuentas como tenias esa información de la subasta.

—Gala benefica —corregi.

—Realmente es una subasta benéfica —me miró inquisitivamente, esperando que yo hablara.

—resumidamente: Josh me invitó a la gala como su acompañante, y aunque yo no quiero ir con él, quiero ir a la gala —me observo expectante, esperando que me corrija—. Bueno, a la recaudación. ¿Qué hago? Sería como aprovecharme de él.

—¿Desde cuándo Josh te invita? —ladeo la cabeza.

Ah, es verdad. No le he dicho nada de lo nuestro. Nada.

—¿A quién invita Josh, y a donde? —la puerta se abrió, dejándonos ver a quien no he podido parar de buscar con la mirada todo el rato.

Mierda.

—A nadie —me puse recta. Y lo mire esperando alguna reacción.

¿Porque esperaba alguna reacción? Ni idea.

Bueno, ahora si que tengo idea, pero en ese momento no la tenía. Ni me imaginaba que llegaría a pasar.

Él hizo como se lo creyó. O eso intuí o sentí yo, porque aunque asistiera, su cara demostraba que la excusa era una mierda. Ya lo he dicho. Era una inutil con las mentiras.