✧INSPIRACION✧
—¿Y crees que no quiero? —levante una ceja, quizás desde ahí abajo no me veía, pero, me había salido solo.
—¡¿PUES?! —grito, creo que exasperada por mis negativas—. Eve, baja-ahora-mismo-si-no-quieres-que-suba-yo misma.
—¡Que no puedo! —¿tan difícil era de entenderlo?
—¡PUES EXPLICAME PORQUE NO PUEDES, PORQUE YO NO LO ENTIENDO.
—No me grites.
—Tu eres la que me está gritando.
¿No le había dicho el porque estaba encerrada? Vaya, culpa mía.
Iba a gritar, pero lo pensé mejor cuando de repente vi salir al vecino a su balcón, y asesinarme con la mirada. Mejor llamaba a Bailee. Mucho mejor.
Entre a mi cuarto, cerrando la ventana y escuchando algo así como «no me cierres la ventana, maldita cerda» y muchos improperios más. Luego escuché al vecino decirle que se callara, mientras, yo buscaba mi teléfono.
¿Dónde mierdas lo había dejado?
Creo que si cualquiera me viera hacer lo que estaba haciendo me vería como una desquiciada.
Estaba sacando la colcha de la cama a ver si el teléfono móvil estaba por ahí.
Pero, un segundo más tarde, mi teléfono, el cual se encontraba en el bolsillo trasero de mis pantalones, empezó a sonar.
Me di contra la pared mentalmente.
¿Estaba en el bolsillo trasero? ¿En serio?
Acepte la llamada.
—¿Quieres decirme por qué puñetas me dejas gritándome con el vecino? —su tono de voz era de enfado.
Pero si estaba buscando el teléfono para llamarla. Le estaba haciendo un favor. Bueno, nos estaba haciendo un favor, no era necesario gritar como si fuéramos piradas mentales y necesitamos estar internadas en un centro psiquiátrico.
Eso me recordó que al día siguiente iba a irme a esa academia militar. Diosss, que mierda era mi vida. ¿Por qué no me independizaba?
—Primero de todo, le has gritado al vecino porque has querido —rodé los ojos—. Y segundo, estaba buscando el teléfono para llamarte.
—¿Y tan difícil era decirmelo?
¡¿Pero si no tenia el telefono como iba a decirle?!
Mi subconsciente debía estar negando con una mano en la frente, decepcionado de mi idiotez de ese día. Podría haberle gritado por la ventana. Si mas tonta no podía estar ese dia.
Eran las diez, y Nick debía estar esperándome. Y yo haciéndole un feo.
Tenía muchas ganas de ir, muchas eran muchas, hasta el infinito. Pero ¿cómo iba a salir si estaba encerrada? ¿Por qué iba a ilusionarme a mí, y a Nick si mañana me iba?
No sabía ninguna manera de poder evitar eso. Y había llegado a la conclusión de que si me atraía Nick, o me gustaba, lo que fuera, e iba a ese baile, y nos besabamos, me cortaría las venas.
¿Era capaz de eso para no irme? Pues no se.
—...¿Eve? —oí el bufido de Bailee por el teléfono.
—¿Si? Si, perdon. Mi madrastra me ha encerrado, Bai. no tengo llaves, no puedo salir de mi habitación, así que, si eres una hada madrina y puedes sacarme de aquí con tu varita mágica, adelante, estás invitada a hacer eso.
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Una Cenicienta Diferente
Romance[COMPLETA] Me llamo Eve, y esta es la historia de cómo conocí a Nick. Bueno, ya lo conocia, pero me refiero, a como nos enamoramos. Ya lo sé, seguramente te preguntarás quién es Nick y que tiene que ver con mi historia, pues bien, es el que me hizo...