EPÍLOGO

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✧EL FINAL FELIZ QUE TODA PRINCESA DESEA✧

Después de todo lo que habíamos pasado, no me podía creer que hubiéramos llegado hasta donde me encontraba ahora.

Cuando lo conocí, lo odie. Nos odiamos. O yo al menos, porque él tenía un enamoramiento en mi.

Y eso era lo que menos pensaba de todo lo que engloba nuestra relación hasta el momento en que nos besamos.

Pero ahora.

Ahora solo tenias que mirarnos y decir: ¡Joder! ¡Sí que han llegado lejos!

Porque nos íbamos a casar. En la casa de mis padres. ME IBA A CASAR CON NICK.

Estaba que no me lo creía.

Izzy y Bailee me estaban maquillando, porque en media hora tenía que estar en el jardín donde había crecido mis primeros años y caminar hacia mi prometido.

Mi prometido.

Era una palabra tan bonita, pero, aunque me gustara mucho, me gustaba mucho más, mi marido.

Porque, íbamos a estar casados. Íbamos a ser marido y mujer. Y no podia ser mas feliz.

Cuando Nick me lo pidió un año antes en una playa a la luz de la luna, me pellizque el dedo. Estaba que no me lo creía. Y por supuesto, había dicho que sí.

Osea, ¿quién le dice no a él?

Nunca había sido muy de creer en un cuento de amor y eso, solo sabía que existía el amor, pero que no era como los libros y las películas de Disney lo describen. Pero estaba equivocada, porque el amor era mucho más.

Es una palabra que es imposible describir. Porque todo el mundo lo siente de una manera, cada uno lo describe de una manera, y si pudiéramos mezclar todas esas maneras, quizás, sí que podríamos describirla. Pero no es posible.

Yo no quería a Nick, lo amaba.

Era el hombre de mi vida, y aunque en un momento sí que pensé que sería Josh, si miraba hacia atrás, me arrepentiría de haberlo pensado, porque estar con Nick, era una cosa increíble, indescriptible. No se podía comparar con nada ni nadie.

Mi corazón pertenecía, pertenece a él y lo hará siempre.

—Vamos, Eve, has de salir —me empujo Bailee.

No podría decirte si ella estaba más emocionada que Nick y yo juntos en esta ceremonia.

Salí de la casa, por una puerta que daba al jardín trasero, donde se celebraba la boda. Era lo suficiente grande para que todas las personas que queríamos que estuvieran cupieran. Era perfecto.

Cuando empezamos a buscar lugar, no sabía cual. No me gustaba ninguno. Y cuando le comenté a Nick, me dijo que pensara un lugar en el que tenía sentimientos de por medio. Un lugar que fuera único para celebrar nuestra boda.

Deje pasar primero a Bailee y luego a Isobel primero mientras tiraban florecitas blancas y rosas por el suelo. Parecían hadas. Tenían unos vestidos lila pastel que conjuntan con los decorados.

Y cuando todos los invitados me vieron aparecer, se levantaron.

Al principio sentí nervios, no sabía que pasaría. ¿Y si Nick me dejaba plantada...? ¿Y si pasaba algo que lo arruinara? ¿Y si me caía mientras caminaba con los tacones que llevaba...? Todo tipo de dudas aparecían en mi mente. Pero, en cuanto nos miramos, desaparecieron.

Mi siguiente sentimiento —o sentimientos— fue el amor, el cariño, todo eso que sentía hacia Nick.

Nos sonreímos, como diciéndonos:

Una Cenicienta DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora