El invierno había llegado a la ciudad, la navidad estaba cerca por lo que las calles estaban iluminadas por las luces, eso a Felix le encantaba, de alguna forma le transmitía tranquilidad.
Como cada sábado se encontraba camino a la biblioteca, no sabía cómo había llegado por primera vez a aquel lugar, pues estaba bastante escondido. Pero por alguna razón así fue y desde entonces se había convertido en su lugar favorito.
A Felix le gustaba perderse en las historias de cada libro que leía, sin que nadie le molestara y aquel lugar era sin duda el mejor para eso. No muchas personas iban ahí, o mejor dicho nunca había nadie a parte de él, por lo que podía relajarse, concentrarse y disfrutar de su lectura.
Después de caminar por varios minutos bajo el frío, al fin había llegado a aquel cálido lugar, la biblioteca. El chico entró y saludo a la anciana que se encontraba tras el mostrador, era la única persona que había visto trabajando en este lugar desde el primer día que llegó.
El lugar no era muy grande, todo era de madera, pequeñas luces y plantas decoraban las paredes. En la primera planta se encontraba el mostrador, un perchero donde Felix solía dejar su bufanda y abrigo, y algunas mesas con sillas.
Pero lo mejor y lo que más le gustaba al chico era lo que había al subir las escaleras, estanterías con miles de libros que podía leer y explorar. Felix pasaba horas ahí arriba, ni si quiera bajaba a sentarse en una de esas sillas para leer el libro, ya que lo hacía sentado en el suelo o en cualquier rincón donde se sintiera cómodo.
Los libros también podían llevarse a casa, pero aquel lugar le hacía sentir cómodo, por lo que prefería leerlos ahí. Una vez incluso se quedó atrapado durante toda la noche, la anciana se asustó al encontrarle al día siguiente, pero Felix ni si quiera se había dado cuenta de cuantas horas había pasado leyendo.
Luego de dejar sus cosas subió las escaleras de caracol que llevaban a la segunda planta, comenzó a observar las largas estanterías esperando encontrar un libro que llamara su atención. Cuando de repente las luces del lugar comenzaron a parpadear por unos segundos, hasta que volvieron a la normalidad, Felix se giró para mirar estas.
El chico pensó que tal vez se aproximaba una tormenta. Volvió a mirar hacia la estantería y algo llamó su atención, pudo ver un libro que sobresalía un poco del lugar. Caminó hacia donde se encontraba este y lo tomó entre sus manos, en la portada podía leerse el título "slumber".
ESTÁS LEYENDO
slumber ; hyunlix
Randomslumber : into the book Felix iba todos los sábados a aquella biblioteca donde podía encontrar libros de segunda mano, le fascinaba la idea de poder leer un libro que hubiera estado en manos de alguna otra persona. Muchas veces cuando se encontrab...