Capítulo 9

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Mew


Gulf y yo salimos a visitar las maravillas turísticas de París. Ahora mismo nos encontramos almorzando en un hermoso restaurante. Es uno de esos restaurantes donde comes al aire libre y hay unas sombrillas protegiéndote del sol o la lluvia.

Gulf me está haciendo probar muchas cosas con nombres bien raros. Primero comenzamos con una sopa de cebollas. Supuestamente muy popular en París. Gulf se la está comiendo como la cosa más rica del mundo cuando yo apenas voy por mi primer bocado y no puedo evitar hacer muecas de asco. La cebolla no es lo mío.

_ Eres un bebé._ me dice riendo cuando vio mis muecas al primer bocado de la sopa.

_ Al menos no soy yo quien tiene malos gustos. _ le devuelvo.

_ Tal vez tengas razón, cielo._ dice mirándome con una de esas miradas que trato de ignorar. Cuando me mira así... me hace sentir tan chiquito. Mi corazón se encoge en mi pecho cada vez que lo hace.

La mesera muy amable nos trae el plato principal y se lleva los platos de la sopa; en mi plato aún estaba la sopa completa.

Gulf pidió una cosa llamada ratatouille que básicamente es un plato con diferentes verduras cocidas al horno y sazonadas con hierbas. Este hombre definitivamente tiene el gusto dañado. Yo en cambio pedí quenelle, que consiste en una pasta de ternera acompañada con tomate. Pensé que como es ternera iba a gustarme, pero no. Esta cosa sabe horrible. Y mi marido ni compasión me tiene. Solo se ríe de mis gestos cada vez que doy un bocado.

_ Prueba un poco de mi comida, amor. Sabe mejor de lo que se ve. _ me dicevmi esposo tomando un poco de su comida y luego extiende el tenedor hacía mí para alimentarme. Sin despegar mi vista de la de él tomo lo que me ofrece ¡Qué hombre más sexy! Pienso mientras Gulf mantiene su vista con la mía. Lo mejor de todo es que es mío. Mi hombre.

Sin poder evitarlo dejo salir un jadeo. Gulf me mira sorprendido, pero luego su expresión se vuelve oscura. Este hombre me tiene demasiado mal ....me trae loco. No tengo ni idea de cómo he podido aguantar toda esta atracción sexual que siento por este hombre sin caerle encima y devorarlo enterito. Guf steak es lo que debería de estar comiendo en vez de esta comida que no es de mi agrado para nada.

_ Nos vamos._ me dice Gulf autoritario. Deja unos buenos billetes en la mesa, probablemente mucho más de lo que esa cuenta iba a hacer, me toma de la mano, y me lleva a la camioneta en la que viajamos. Me estampa contra la camioneta y me besa salvajemente. Físicamente estoy más construido que él, pero Gulf siempre se la ingenia para dominarme sin esfuerzo alguno. Este hombre va a matarme. Cada vez que me toca o me besa mi mente se nubla y hace corto circuito. No puedo pensar en nada más que no sea él y en sus caricias.

_ No vuelvas a tentarme otra vez en público porque voy a follarte allí mismo._ me susurra en voz baja._ Y voy a disfrutarlo tan malditamente mal como no tienes una idea._ es lo último que entiendo antes de que Gulf volviera a besarme con demanda. Se siente tan bien. Tan bueno..... tan correcto.

¿Qué demonios he estado haciendo con mi vida todo este tiempo? Soy un maldito estúpido ¿Era tan difícil darme cuenta de que había caído enamorado de este hombre? ¿De qué pertenezco a este hombre? Si la primera vez que lo vi prácticamente babeé por él. Por lo guapo y hermoso que se veía. Por esa aura de calma y autoridad que lo rodeaba.

_ Gulf... hmm estamos haciendo un espectáculo. Atino a decir cuando nos separamos un momento para buscar aire y vi un par de mujeres mirándonos sonrojadas.

_ No me importa. Que vean._ dijo mi descarado esposo juntando nuestras frentes.

_ Vamos a terminar en la comisaría por indecencia pública._ le digo a ver si recapacita porque si me vuelve a tocar no creo ser capaz de resistirme a él y tener algún razonamiento lógico.

Amor MaduroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora