Amor Maduro

Capítulo 11

Marck

Ser rico puede ser un arma de doble filo. Es cierto que nosotros los ricos podemos vivir una vida más cómoda y fácil en relación a lo material, sin embargo, cuando se trata de entablar relaciones de amistad o románticas es una lucha constante. Tenemos que estar muy alerta con los posibles convenencieros, oportunistas, y estafadores. Muchos se acercan a nosotros solo por nuestro dinero. Esto es algo que traté muchas veces de explicarle a mi sobrino Gulf.

Mi buen sobrino es un alma de Dios que no puede ver la malicia del ser humano y siempre trata de buscar lo positivo en la gente. Pero la gente como Gulf sufre mucho en el mundo en que vivimos. Alguien tan noble que siempre ayuda al necesitado,si está dentro de sus posibilidades, inocente, y poco astuto para las relaciones románticas.

Cuando Mew llegó a la vida de Gulf no pude evitar alegrarme ya que mi sobrino por fin comenzaba a mostrar interés en la vida romántica. Este simplemente pasó toda su juventud trabajando en nuestra compañía. Mientras sus amigos se casaron y tuvieron varios hijos, Gulf simplemente ganaba más negocios millonarios.

Mi lema en la vida siempre ha sido tener precaución con las personas porque simplemente pueden estar interesados en nuestro poder y dinero, no ser un completo antisocial. Mi sobrino parecía un monje en vez de un hombre guapo y amable con miles de oportunidades de conocer el amor real. Ese tipo de amor como el que tuvieron los padres de Gulf , un amor hermoso que lamentablemente llegó a su final cuando Gulf tenía unos 26 años de edad, estos fallecieron en un accidente automovilístico.

Desde la muerte de mi hermano y de mi cuñada me prometí que cuidaría a Gulf hasta mi último día en la Tierra. Pero mis buenas intenciones siempre fracasan. Gulf, desde la muerte de sus padres solía mostrarse triste y taciturno. Muchas veces creí que para mi sobrino la vida carecía de sentido.

La llegada de Mew a la vida de Gulf fue como un milagroso maravilloso. Cuando se estaban conociendo Gulf siempre llegaba a la empresa con una sonrisa gigante en su rostro. Siempre radiante y feliz. Su mundo brillaba de colores hermosos y deslumbrantes.

Yo solo deseaba conocer a la persona que tenía a mi sobrino tan feliz y alegre. Sin conocer a esa persona ya le tenía una gran gratitud por hacer feliz a mi sobrino y no permitir que terminara como yo. Un hombre de 53 años viudo que no pudo volver a encontrar la felicidad en brazos de otra persona.

En aquel accidente automovilístico no sólo perdí a mi hermano y a mi cuñada, también al amor de mi vida, mi amada esposa y madre de mi descarriada hija adolescente llamada Amanda.

Unos meses después de las llegadas alegres de Gulf a la empresa, por fin pude conocer a la bendita persona que llenaba de luz la vida de mi sobrino. Un día hermoso de primavera Gulf entró feliz a mi oficina dándome la noticia de que le había propuesto matrimonio a Mew y este había aceptado. Cuando me lo dijo me quedé perplejo. En primera porque me parecía un poco apresurado con apenas medio año de conocer a una persona y en segunda porque no sabía la inclinación sexual de mi sobrino. Gulf no es muy abierto con sus cosas, pero no puedo negar que me dolió un poco que no contara algo tan importante.

Luego lo medite un poco y me di cuenta que uno no tiene la vida asegurada por lo que mi sobrino, que siempre suele ser tan centrado, pensó que había encontrado al indicado, pues yo no era nadie para turbarle su felicidad. También, en cuanto a su sexualidad me di cuenta que haberme sentido mal fue un disparate. Pues es como que yo hubiera ido a mis padres y les hubiera dicho " Soy heterosexual". Es estúpido.

Luego de eso mi sobrino me presentó a Mew y debo decir que sí me sorprendió lo joven que era. Pero de nuevo no es porque sea mi sobrino, mas Gulf es un hombre muy guapo, amable, y se ve mucho más joven de lo que es. Es una cosa de la genética de los Kanawut. No es por halagarme a mí mismo, es la realidad. Mis padres de unos 90 años de edad parecen de unos 75 años. En las revistas siempre adulan a la familia y nos preguntan cuál es el secreto. Dinero, claro. Nuestro dinero nos da acceso a comidas ricas y saludables, y todas clases de aventuras inimaginables que nos ayudan a rejuvenecernos. Además, la mayoría de nosotros somos amantes de los deportes.