Capítulo 18

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Mew

_ ¿Ya ha regresado mi esposo?_ le pregunto a una sirvienta que veo al bajar las escaleras.

_ No, el señor Gulf aún no ha regresado señor Mew. _ me respondió apenada la sirvienta ya que no es la primera vez que me da la misma respuesta.

Desde que Gulf y yo regresamos de París, de eso ya han ocurrido dos meses completos.

Si mi matrimonio antes del viaje estaba en problemas, ahora simplemente está acabado. Estoy tratando con todas mis fuerzas de mantener la esperanza, pero Gulf no me lo está poniendo fácil. Y verdad es que no lo culpo. Ni yo mismo me puedo perdonar por todo el daño que le he causado a Gulf.

Pero el karma en verdad existe porque mi esposo me la está cobrando con creces.

Otra cosa que me preocupa es que desde que llegué de París no he tenido la oportunidad de hablar con Arty ni una palabra. Ya que este ha desaparecido completamente del mapa. No hay ninguna de sus pertenencias en la casa del patio. Nada. Absolutamente nada.

Me pregunto dónde estará y si estará bien. Una parte muy egoísta de mí se alegró porque no tendría que alejar por mí mismo a la persona que siempre ha estado conmigo. Al chico del cual duré muchos años enamorado, tratando de construir una vida.

Sé que Arty donde sea que esté estará bien porque siempre ha sido muy inteligente. Siempre ha sabido desenvolverse en las situaciones más difíciles y salir adelante. Pero aún sabiendo esto no puedo evitar preocuparme por su desaparición repentina. Me siento un traidor de lo peor por no buscarlo, saber como esta, y solo quedarme en esta gran mansión solo y sin hacer nada al respecto.

Mas solo de pensar que Gulf se puede enterar de que he tratad de buscar a Arty y toda mis intenciones se van por el caño. No quiero que mi Gulf me siga odiando. Quiero que vuelva a verme como antes. Creo que en estos momentos solo me conformaría con poder ver a mi esposo aunque sea por unos segundos.

Literalmente puedo contar con los dedos de una mano las veces que he visto a Gulf desde que regresamos de París. Y las que sí lo he visto me he sentido tan chiquito. Cuando lo puedo ver, en algunas noches, Gulf simplemente llega y me toma fuertemente. No hay besos o palabras románticas. Pero prefiero eso a las noches frías y vacías dónde él no está a mi lado.

Aunque últimamente ni viene ya. Siento que sin él todo se ha vuelto demasiado frío. Por muy ilógico que pueda sonar, mientras más me cubro más frío siento. Es como si a mi cuerpo solo lo consolara el calor que suelta el cuerpo de Gulf. Mi Gulf. Mi esposo. Deseo tanto poder dormir abrazado junto a tí. Cosa que veo que cada día se vuelve menos posible.

Ahora parece que mi única forma de saber de tí es a través de los periódicos. Si te llamo estás ocupado. Si voy a tu oficina te enojas conmigo y me dejas allí solo. Pero no me molesta que te enojes conmigo porque al menos puedo saciar las ganas de mi corazón por verte. No importa que tu rostro se arrugue o que tus ojos ardan en molestia por mi presencia porque eso quiere decir que aún te importo. El día en que realmente mi presencia no te haga sentir ni siquiera enojo, ese día si me sentiré mal y lloraré porque quiere decir que ya no sientes nada por mí. Que ya no soy tu cariño o tu bebé.

Me siento tan perdido sin tí, Gulf. Algunas veces es preocupante a dónde mi mente puede llevarme. Creo que hasta he asustado a las sirvientas en varias ocasiones. Mas no lo puedo evitar. De alguna manera la realidad es muy triste, y mi mente me permite al menos imaginarme un mundo en el que todavía estás a mi lado y me miras con amor. La cosa es que algunas veces me quedo encerrado demasiado tiempo en mi mente y luego me cuenta diferenciar entre la realidad y mi imaginación

¿Sabías que le he preguntado a una de las sirvientas si ya habían terminado de preparar nuestro almuerzo porque tú me habías dicho, en una de las historias que creó mi mente sobre nosotros, que me llevarías a la playa ya que nunca me llevaste cuando estuvimos en París y que le habías pedido a los sirvientes que nos preparan un delicioso almuerzo?

Amor MaduroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora