Una hilera de furgonetas de color naranjas se agolpaban en las lindes del bosques.
Observé sin demasiada meticulosidad a los hombres allí reunidos.
Había algo en común en cada uno de ellos; todos llevaban un rifle al hombro.
Me bajé de la destartalada furgoneta con la que iba al instituto cada día y me fui derecha al policía que parecía estar dirigiendo todo aquello.
Era el chico que había venido al instituto a darnos la charla sobre la policía. Aquel que quería ganar adeptos para presentarse al cuerpo.
-¿Están dando caza a los lobos? - pregunté sin mucho preámbulo.
El chico que no dejaba de parecer un crío por mucho uniforme que llevara me reconoció.
-Sí, no debería de darte esta información pero por ser tú lo haré. Ya hay un grupo de hombres ahí dentro buscando lobos.
Un disparo paralizó nuestras voces y los dos dimos un respingo asustados.
Sería policía pero el sonido de un balazo no deja indiferente a nadie. Mis oídos estaban acostumbrados a ello puesto que vivía en una zona de bosque y era habitual que durante temporadas al año se abrieran zonas de caza pero aún así, un balazo tan cerca sobresaltaba.
-Deberías marcharte a casa - me dijo. - Si quieres te escolto pero debes meterte en tu furgoneta. Algún lobo podría acercarse a la linde del bosque.
El corazón se me salía del pecho.
-No pueden matar a los lobos - dije. - No pueden hacerlo. No ha sido la manada. Habría que identificar al lobo que lo ha hecho. Hagan con él lo que quieran pero no maten a todos los lobos.
Supongo que mi voz era suplicante porque me miró con condescendencia y dijo:
-¿Y cómo podríamos identificar exactamente al que lo ha hecho? Vuelve a tu coche, por favor, ahora te escoltaré a casa.
-Tienes que sacar a todos esos hombres de ahí - dije en un tono más firme que no sirvió de mucho puesto que el policía siguió a lo suyo. - Tienen que hacerlo porque una amiga mía está en el bosque.
El policía se giró de golpe para mirarme.
-¿Hay alguien ahí?
Asentí con la cabeza.
-¿Estás segura?
-No lo diría si no estuviera segura.
El policía sacó su celular para marcar el número de alguien. Después puso cara de fastidio y dijo:
-Vya,lo siento, no hay cobertura. No te preocupes por tu amiga, la gente que hay en el bosque es muy cuidadosa y no dispara al azar y la figura de una persona se reconoce de inmediato.
Mi estratagema no había servido de nada y no tuve más remedio que hacerlo.
Me adentré en el bosque y lo último que escuché fuera de él fue los gritos del policía llamándome para que regresase.
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Escalofrío
WerewolfSolo recuerda que tenía los ojos azules, era grande y la había salvado de una muerte segura...¡y era un lobo!