Parte 17. Jacob.

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Me sentía muy débil.

Ya no era un lobo pero aún no estaba convertido en mi parte más humana.

Todo era una mezcla de pensamientos; la niña que los lobos atacaron era ahora la que conducía la furgoneta. Marie, era Marie, mi Marie. 

Me dolía la mandíbula.

- Marie, por favor, no dejes que me vuelva a convertir.

Vi su rostro por el espejo. Tenía los ojos húmedos. Estaba muy preocupada. 

Amé aquel rostro bello doblado de dolor por mí.

EscalofríoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora