Me sentía muy débil.
Ya no era un lobo pero aún no estaba convertido en mi parte más humana.
Todo era una mezcla de pensamientos; la niña que los lobos atacaron era ahora la que conducía la furgoneta. Marie, era Marie, mi Marie.
Me dolía la mandíbula.
- Marie, por favor, no dejes que me vuelva a convertir.
Vi su rostro por el espejo. Tenía los ojos húmedos. Estaba muy preocupada.
Amé aquel rostro bello doblado de dolor por mí.
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Escalofrío
WerewolfSolo recuerda que tenía los ojos azules, era grande y la había salvado de una muerte segura...¡y era un lobo!