Cap 3 • Kai y Marla

26.6K 1.4K 102
                                    

¿Era ya de día?

No pude ni pegar ojo. Estaba tan concentrada en saber que seguía viva seguramente por milagro, que no pude ni dormir las horas que debía, no obstante, estaba harte de quedarme en la cama sin hacer nada, así que tomé la iniciativa de levantarme para ir al baño y luego desayunar.

-Buenos días- les dije con un gran bostezo después de salir de baño, lista para zamparme el mundo.

-¿Has dormido bien?

Si pudiera contarle todo a mi madre lo haría, pero por alguna extraña razón, sentí que no sería lo correcto.

-Sí, como un roble- me preparé el vaso de leche mientras me acomodaba en la silla del comedor para charlar con ellos-, ¿cómo fue la reunión?

-Bastante bien, y hemos decidido poner algunas trampas para que no puedan atacar de nuevo, aunque como podrás entender tienen que estar a sitios concretos...

Asentí con entendimiento mientras terminaba el vaso de leche helado.

-Por ejemplo...- musité mirando a mi padre-, en el camino que se adentra en el bosque.

-Es una buena idea. Colocaremos un par por seguridad.

¿Un par?

No, pondría cientos y miles para que los lobos no traspasaran.

☾☯☽


-Mi alfa, ¿no cree que fue demasiado... ¿arriesgado?

La beta de blanca piel se acercó a mí con la cabeza baja, sin quitar sus ojos de los míos.

-Marla- detuve su iniciativa de que siguiera hablando con un ligero gruñido por lo bajo-, como beta que eres, no juzgues mis decisiones a la hora de la cacería.

-Disculpe- fue lo único que dijo.

Sin darle más importancia al asunto, me dispuse a volver al lugar donde solíamos residir para descansar. Era un gran valle con una casa rústica por fuera, aunque por dentro tenía más comodidades que cualquier otra casa humana.

-¿Viste lo mojada que estaba?

La voz que seguía odiando, volvió a meterse a mi cabeza, sacándome una vez más de quicio, como solía hacerlo.

-Debiste haberme dejado tomar el control por completo...

-Deja de interrumpir mis pensamientos, tengo trabajo- rezongué.

-La próxima vez, déjamelo a mí.

¿Cómo una estúpida voz podía tenerme encadenado de por vida a ese idiota que ni siquiera podía ver?

Para calmarme, tan solo apreté mi mentón para quitar el dolor de cabeza, que no se demoró para aliviarse. Tan solo cerraba el pico cuando era necesario, por más lelo y simple que fuera, Kolx era inteligente en varias ocasiones, o a la hora de dar soluciones, pero nunca cuando una hembra se cruzaba en nuestro camino.

☾☯☽

Nuestro Alfa lucía estar algo distraído, y por muy extraño que fuese para nosotros verle en ese estado, siempre intentábamos averiguar el porqué. Su impasibilidad era innata, idónea para ser un gran Alfa, aunque a veces, nos gustaría poder disfrutar de una- por minúscula y poco duradera que fuera-, sonrisa.

Marla y yo, aseguramos de que la pequeña humana que residía no muy lejos de aquí fuera su mate y luna. Honestamente, era una idea absurda, por supesto, pero ¿qué razón había para el el hecho de acobardar a una chica mientras hacia sus tareas? ¿Por qué insistía en seguir yendo?

Atrapada por el AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora