Shut up Yamaguchi ● 𝗧𝗦𝗨𝗞𝗜𝗬𝗔𝗠𝗔

Cuatro

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Charlaron un poco en el camino, nunca había sido tan cercano a Hinata o Kageyama, pero la verdad era cómodo estar con ambos, lo incluían a sus conversaciones y procuraban no dejarlo de lado, siempre los había visto como unas personas con demasiada energía que hablaban demasiado de voley, y si hablaban mucho del vóleibol pero eran unos chismosos.

En contexto en medio camino se pusieron hablar de algunos de sus compañeros decían haber visto al profesor de laboratorio insinuandose a la maestra de historia en plena clase. También de una chica de segudo que se le había declarado a uno de tercero de una manera muy penosa. La verdad, por alguna razón, no se impresionó al darse cuenta que Hinata y Kageyama eran unos chismosos de primera.

Fue agradable pasar el camino hablando con ambos. Llegaron a la parada de Kageyama y se despidieron de una manera muy interesante, al irse se besó con Hinata, al recordar que él estaba allí se quedaron hechos piedra, pero lo importante fue cuando Kageyama tratando de romper la tensión también le dio un beso a él dejándolo totalmente perplejo.

El chico siguió su camino a casa dejando a un Yamaguchi estático y un Hinata nervioso buscando alguna escusa para lo que Kageyama acababa de hacer. Ninguno dijo nada y siguieron el camino que les correspondía.

Hinata le dijo que era mucho tiempo si iban caminando. Por eso, con todo el miedo del mundo, se subió a la bicicleta junto a él para que llegaran más rápido. Aunque casi le daba un ataque al corazón, fue divertido ir con él.

Ni se dio cuenta en el momento en el que llegaron a su casa. Se veía grande, rodeada de árboles y estaba muy bien iluminada, suposo que la madre de Hinata ya estaba en casa.

Lo guió a la entrada, sacó una llave un bolsillo de su mochila y les abrió la puerta, se quitó los zapatos y le dejó entrar, lo imitó y lo siguió hasta la sala principal, allí estaba su pequeña hermana la cual parecía estar haciendo sus deberes.

-¡Hola! Estoy en casa.

-Holaaaaa, ¿Quién es él? -la pequeña pelirroja se le acercó a su hermano abrazándolo sintió los penetrantes ojos marrones sobre él, casi sentía que le veía el alma.

-Natsu, se más educada. Shouyou que bueno que ya estas aquí cariño -una mujer salió de lo que parecía ser la cocina. Al parecer Hinata era la divina copia de su madre- Tú debes de ser Yamaguchi, Shouyou nos avisó que vendrías porque tenías un pequeño problema, pero de eso hablaremos después de la cena. Shou, llévalo a tu habitación o muestrale la casa, tu padre llegará pronto y la cena casi está lista.

Mientras que Hinata era todo un ser de energía, su madre parecía ser la calma después de la tormenta. Lo guió a su habitación, mostrándole parte de su casa.

El lugar se sentía cómodo, estaba helado afuera, pero dentro de la casa todo parecía tan cálido. Hinata le pidió que le ayudara con algunos deberes antes de la cena.

Luego de un tiempo se escuchó a alguien entrar y a la hermanita de Hinata gritar de emoción, probablemente era su padre el que había llegado a casa. Tocaron la puerta avisándoles que fueran ya a la cocina a comer.

Y entonces vio de donde es que Hinata había sacado tanta energía. La sonrisa su padre era tan grande como la de él, hablando fuerte acerca de su día en el trabajo y haciendo chistes de vez en cuando.

Estar con la familia de Hinata era divertido. Pero llegó la hora de hablar con su madre, esperaba tener una solución acerca de su enfermedad al regresar a casa.

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