Shut up Yamaguchi ● 𝗧𝗦𝗨𝗞𝗜𝗬𝗔𝗠𝗔

Catorce

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Espero a que su amigo volviera a hablar, tal vez no le diría en este momento, pero no dejaría que terminara la noche sin decirle cómo se sentía.

Tsukishima necesitaba reunir todas sus fuerzas para poder declararse. Temia que Yamaguchi lo rechazara y eso hiciera que su amistad se arruinara. No lo demostraba pero él era alguien muy importante en su vida.

Tomó aire de nuevo. Era ahora o nunca.

—Yamaguchi, me gustas.

Tadashi quedó en shock, su cuerpo no respondía y definitivamente odiaba no poder hablar, se quedó parado en medio de la acera sin mover un músculo.

Tsukishima al ver esto pensó lo peor, si amigo quizá no correspondía sus sentimientos y como no hablaba no podía decirle nada.

—Sé que te gusta alguien más y que no puedes corresponderme, pero no podía guardarme esto, necesitaba decírtelo, iba a ser muy grosero de mi parte no decirte...

Kei siguió hablando y hablando sobre lo mal que se sentía y Yamaguchi solo quería darle un beso en la boca para que se callara. Le hizo señas para que parara de hablar pero él chico seguía y seguía.

—No te preocupes, entiendo que no me correspondas la verdad es que solo quería decírtelo...

Agh, ya basta.

Lo tomó del rostro y se puso de puntas para darle un beso en los labios, de esa forma se calló.

Dios.

Sus labios eran tan suaves, definitivamente Yamaguchi no quería besar otros labios que no fueran lo que Tsukishima Kei. Tenían un leve sabor a vainilla por el bálsamo que usaba. No quería separarse pero necesitaba decirle. Necesitaba hablar.

—Tsukki, Tsukki, me gustas, tú me gustas mucho —soltó, se sentía tan bien sacar eso de su corazón, sentía una emoción gigante en su estómago.

—Yamaguchi, hablaste.

—Oh por Dios —Yamaguchi cubrió su boca con las dos manos como si hubiese dicho algo prohibido.

—Yamaguchi... hablaste.

—¿Te acabo de decir que me gustas y solo eso me dices? —empezó a caminar furioso directo a su casa, la humillación ya había pasado, qué más da.

—¡No! Espera —Tsukishima lo tomó del brazo haciendo que se detuviera —Es que... ¿Por qué no me dijiste antes?.

—Temía que no me correspondieras.

Ambos se quedaron callados.

Yamaguchi estaba tan apenado de confesarse, la felicidad estaba por todo su cuerpo, sintiendo paz porque Tsukki le correspondía.

Probablemente el rubio no le hubiera correspondido cuando intentó confesarse la primera vez, pero ahora ambos estaban consientes de sus sentimientos y eso hacía muy feliz a Tadashi.

Tsukishima se sentía tonto por primera vez en toda su vida, sintiendo que su corazón estaba estallando como fuegos artificiales al ver que tanto él como su mejor amigo se sentían atraído el uno al otro. Admite que si no se hubiese dado cuenta de sus sentimientos hubiera rechazado a Yamaguchi, y odiaba admitirlo.

Tsukishima soltó el aire retenido, se acercó a Yamaguchi y le tomó las manos, ambos rieron nerviosos. Tsukki se acercó más a su rostro, las sonrisas nerviosas estaban en sus labios esperando a que uno de los dos hiciera un movimiento.

Yamaguchi hizo el mate de estirarse para alcanzar el rostro de su mejor amigo, pero este no lo dejó y en lugar se agachó para plantarle un beso en sus labios.

Un beso cargado de amor, nerviosismo y otros sentimientos que solo los enamorados sienten. Sus corazones palpitaban tan rápido y ninguno de los dos quería separarse.

Tadashi se separo para que ambos pudieran tomar aire. Aunque no querían se despidieron prometiéndose charlar el día siguiente. Los dos durmieron con grandes sonrisas en sus rostro, solo pensando en lo hermoso que era el amor.

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