Quince

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Desde el punto de vista de Tsukishima.

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Se despertó tan feliz que su madre y hermano le preguntaron cientos de veces si estaba bien antes que se fuera a la escuela.

Tsukishima estaba a punto de tirar flores de felicidad, al salir de su casa le mandó un mensaje a Hinata diciéndole que se le había declarado a Yamaguchi y él respondió con casi veinte mensajes de voz de él gritando y diciendo cosas que definitivamente no entendía.

Quería escribirle a Yamaguchi, sentía mucha curiosidad acerca de cómo se sentía él después de lo que había pasado la noche pasada, pero no quería verse muy desesperado. Estaba casi seguro que Tadashi ni siquiera le respondería.

Nervioso siguió su camino a la escuela, luego de caminar un rato llegó a la esquina en donde siempre esperaba a Yamaguchi, sentía dolor de cabeza al pensar cómo se saludarían, qué pasaría después, Yamaguchi siquiera seguía enamorado de él. Sentía que le faltaba el oxigeno, tomó aire tres veces para tranquilizarse.

Solo era Yamaguchi.

Yamaguchi.

Yamaguchi su amigo de la infancia del cuál estaba enamorado.

Metió sus manos a sus bolsillos, se recordó que no había nada que temer, que todo saldría bien, soltó un suspiro y cruzó la esquina.

Sintió que chocó con alguien, del susto tomó a la persona de la cintura y la persona frente puso sus manos en su pecho, se apartó un poco y miró hacia abajo para pedirle perdón, pero se sorprendió al ver a Yamaguchi, un tinte rojo cubría sus mejillas se veía como una fresa con sus pecas. Ambos rieron nerviosos.

—Lo siento —ambos rieron al hablar al mismo tiempo. Era extraño escuchar hablar nuevamente a Tadashi, lo había extrañado.

Ninguno dijo nada por un rato, solo que se quedaron callados, esperando a ver que les deparaba el destino.

—No te preocupes ¿Vamos? —habló cuando se dio cuenta que Yamaguchi no diría nada.

—Sí, vamos.

El camino a la escuela fue tranquilo, se sentía nervioso pero en paz con la compañía de Yamaguchi.

Por otro lado también se sentía extraño porque quería pedirle a Tadashi que fuera su novio, pero no sabía cómo. Tal vez si le preguntaba a Hinata lo ayudaría.

Llegaron tranquilos a la escuela. Sin esperar que el dúo raro los separaría.

Tsukishima fue arrastrado hacia una parte solitaria de la escuela por Hinata. El chico empezó a hacerle millones de preguntas en un solo momento y Kei se preguntaba de dónde sacaba tanta energía tenía, casi veía al chico saltar de emoción para tener respuestas sobre lo que había pasado la noche anterior.

—Bien, tranquilízate —tomó los hombros del chico y lo sostuvo para que se calmara.

—Perdón —Hinata ya más calmado lo miró con una gran sonrisa— Entonces... ¿Cómo fue?

—Mientras estábamos yendo a nuestras casas me le confesé... Y nos besamos —dijo con una sonrisa nerviosa, sabía que sus mejillas estaban rojas.

Ni bien había terminado de hablar y Shouyou había soltado un grito muy agudo y fuerte, casi lo deja sordo.

—¿Y qué te dijo? —Hinata se mordía la lengua para no delatar que sabía que Yamaguchi tenía sentimientos hacia Kei.

—¿Qué qué dijo? Tu deberías saberlo.

—¿Por qué debería? —se hizo el desentendido para no levantar sospechas.

—Sé que sabías que le gustaba a Yamaguchi y no me dijiste —dijo apuntandolo con un dedo acusatorio.

—Oh vamos, qué querías que hiciera, no puedo irle contando a la gente los sentimientos de otros —Tsukki sabía que eso era cierto, maldito enano traidor.

—Como sea —estaban a punto de caminar a sus respectivas clases cuando recordó preguntarle algo a Hinata— Espera.

—¿Qué sucede?

Se tardó un poco en decirle, le apenaba preguntarle a Hinata— ¿Cómo puedo preguntarle a Yamaguchi si quiere ser mi novio? —los ojos de Shouyou brillaron como estrellas de la emoción.

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Shut up Yamaguchi ● 𝗧𝗦𝗨𝗞𝗜𝗬𝗔𝗠𝗔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora