Shut up Yamaguchi ● 𝗧𝗦𝗨𝗞𝗜𝗬𝗔𝗠𝗔

Dieciocho

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Yamaguchi estaba en tan nervioso, la noche pasada había arreglado todo para que su declaración saliera bien. No temía que Tsukki le dijera que no, pero temía que se avergonzara así mismo, que saliera mal y por ello Tsukishima lo rechazara.

Estaba esperando a Tsukishima en el mismo lugar en el que se reunían para ir juntos de camino a la escuela. Revisó su reloj, de los nervios había llegado diez minutos antes, aunque fue suerte que Tsukki no se hubiera tardado mucho. Se miraron y sus mejillas se sonrojaron, era la misma rutina que habían tenido desde que habían dicho sus sentimientos.

Comenzaron a caminar a su destino. Tadashi tenía la mente revuelta por todo lo que sentía, trató de no verse tan evidente, aunque Tsukishima lo conocía bien, probablemente ya sabía que algo estaba sucediendo.

Y entonces algo mágico sucedió.

 Su mano fue tomada por la mano de Tsukishima, sintió como la suave mano de Tsukki rozaba la suya lo que lo hizo asustarse, pero no la apartó, fue entonces cuando Kei entrelazó los dedos uniendo sus manos. Nunca había tomado a Tsukki de la mano, y se sentía verdaderamente genial, incluso todos sus nervios desaparecieron. fue como si le quisiese hacer saber que él estaba allí y que no tenía porque preocuparse.

Definitivamente Yamaguchi estaba tan enamorado de Tsukishima.

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-¿Quieres cenar hoy en mi casa?- Yamaguchi le preguntó antes de salir de la practica de vóley.

-Si claro- Tsukishima le dio una sonrisa que hizo que las piernas de Yamaguchi temblaran.

Se separaron para ir cada quién para su casa, Yamaguchi salió corriendo para su casa cuando Tsukishima estuvo lo suficientemente lejos, necesitaba preparar todo y alistarse para recibirlo.

Pidió la comida favorita del restaurante favorito de ambos, preparó todo en la sala de estar para luego tomar un baño para verse presentable.

Se sentía nervioso, aunque sabía que a Tsukishima le gustaba temía que este no pensara en tener una relación con él, aún así se iba a arriesgar, ya había sufrido la peor parte perdiendo su voz no volvería a cometer el mismo error.

Después de casi hora y media llegó Tsukishima, Tadashi ya tenía la comida servida y lo hizo pasar para que directamente cenaran viendo un episodio de su programa preferido. Se dio cuneta de que Kei estaba nervioso, posiblemente ya tenía la idea de porqué lo había invitado a cenar.

Terminada la cena se sentaron más tranquilos en el sofá de la sala, y sin darse cuenta se quedaron abrazados, Kei teniendo su brazo alrededor de Tadashi y este recostado en su pecho. Se sentían tan a gusto que ambos perdieron la noción del tiempo.

Yamaguchi ya se estaba quedando dormido cuando recordó el porqué de todo el plan, se levantó del sillón de un salto asustando a Tsukishima.

— Tsukki.

—Yamaguchi.

—Tsukki, tengo algo que decirte —Kei ya sabía lo que le diría estaba molesto porque él quería ser el primero en pedirselo, pero Hinata le había convencido de dejar a Yamaguchi seguir con su plan —Tsukki, en verdad me gustas y me alegro que mis sentimientos sean correspondidos por ti, por eso el día de hoy quisiera saber si quieres ser mi novio.

Kei se rio nervioso, nunca antes se le habían declarado por lo que se sentía extraño que alguien le pidiera ser su pareja, especialmente siendo Yamaguchi, su amigo de la infancia, de quien siempre estuvo enamorado pero no se dio cuenta hasta hace unos días.

En lugar de usar sus palabras, habló con acciones, tomó el rostro de Tadashi con toda la delicadeza del mundo y le besó una de sus mejillas, el chico se puso rojo como una fresa y Tsukishima se dio cuenta que quería ser el único que le provocara esos sonrojos, lo besó más en todo su rostro hasta que llegó a sus labios. Kei se tomó todo el tiempo del mundo para besarlo, no quería besar a nadie más que no sea Tadashi Yamaguchi, porque él era el dueño de su corazón por toda la eternidad.

Se separaron y se soltaron una risa nerviosa.

—Sí, si quiero ser tu novio —el rostro de Tsukishima estaba todo sonrojado y Yamaguchi se sentía la persona más afortunada del mundo.

Yamaguchi se auto declaró el chico más feliz del mundo.

—Eres tan lindo cuando te sonrojas.

—Callate Yamaguchi.

Yamaguchi volvió a besarlo con más emoción, definitivamente él era el chico con más suerte del mundo.

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Muchísimas gracias  a todos los que leyeron la historia.
Me hace muy feliz terminala y estaría aún más feliz si me dijeran cuál es su opinión. Espero que les haya gustado.
♡