Hunting You Heart [Killua x tú]

Cap 40: Marionetas y Omokage

Aquella tranquila noche había sido rota por un aura realmente peligrosa. Luna, Gon y Killua despertaron de golpe y miraron por el rabillo del ojo por la ventana para encontrarse con un sujeto esbelto y musculoso, enorme con cabello largo y llevaba ropas de piel que apenas cubría su abdomen.

—¿Y ése quién...?.—Musitó Luna atenta a sus movimientos.

—Luce como...—Espetó Gon.

En un fuerte grito, aquel hombre emana tanta aura que la tierra comenzó a temblar. Era tan amenazante, tan poderoso...que quedarse ahí podría ser fatal. Lo peor de todo, es que parecieron saber quién demonios era ese tipo.

—¡¿Uvogin?!.—Exclamó Gon impactado, Kurapika lo había descrito cuando habló de su habilidad, por eso lo reconoció. Sobre todo porque el poder que emanaba... era igual a los del Ryodan.

—¿¡Ese es Uvogin!?.—Exclamó Luna estupafacta.— ¿¡No estaba muerto!?

—¡Kurapika lo había matado, ¿cómo es que...?!.—Exclamó Killua.

—¿Qué ocurre?.—Musitó Retz, despertando por todo el alboroto. Llevaba sólo el camisón y el cabello suelto, Luna vio que su linda apariencia podría ser algo peligroso cuando hay hombres, independiente de si son sus amigos o no.

—¡Ni se les ocurra mirarla o los asesino antes que Uvogin lo haga!—Chilló Luna, volteando a ver a sus amigos con un aura amenazante, quienes desviaron sus vistas para no mirar a Luna o a Retz.

Sin embargo, por todo el Nen que Uvogin estaba emanando, los vidrios de la ventana se rompieron y Killua, quien reaccionó antes que Gon, cubrió a Luna con su cuerpo para evitar que los vidrios se enterraran en su cabeza.

—¡Te encontré!—Chilló Uvogin fuera del edificio, provocando que los chicos despertaran sus instintos de peligro.— Buscan los ojos del bastardo de la cadena, ¿no?

—¿Cómo lo sabe?.—Espetó Gon estupefacto, mirando a sus amigos con horror.

—¿Cómo quieres que lo sepamos?.—Jactó Luna temerosa.

Uvogin, fuera del edificio, podía verlos en la ventana y estaba ansioso por luchar contra ellos aún si sólo eran unos mocosos.

—¡Vengan acá!.—Los retó a pelear.

—¡Baaaka! ¡Como si lo hiciéramos!.—Gritó Killua fingiendo estar tranquilo ante su presencia. Sin embargo, pareció tener un efecto contrario a lo que quería...

Uvogin había comenzado a emanar aún más aura que antes, como si se estuviera preparando para lanzar un ataque en cualquier momento. Y éso no era ninguna buena noticia, por lo que, sabiendo del peligro, Luna corrió hacia Retz y la tomó en brazos lo más rápido posible para escapar.

Killua abrió la puerta y dejó que las chicas salieran antes que él, Gon y Kirara los seguían por detrás, corriendo desesperadamente por los pasillos con tal de poder escapar.

Sin embargo, Uvogin con un ataque, un temblor y una explosión lo acompañó, además de una potente corriente de aire que destruía todo a su paso. El edificio pronto cayó en ruinas y los chicos acabaron siendo empujados por esa corriente de aire fuerte y acabaron en el suelo adoloridos y cubiertos de escombros. Pero estaban a salvo...

—¿Retz, estás bien?—Cuestiona Luna, sentándose en el suelo.

—Sí.—Asintió la chica, asustada por lo que acababa de suceder.

—Luna, ¿qué hay de ti? ¿Estás bien?.—Cuestionó Gon, preocupándose por ella.

—Sólo el susto.—Contestó sinceramente. Hasta que sus vistas se posaron en Uvogin; estaba a unos metros de donde estaban y por suerte, no los había visto aún. Sin embargo, sabían que tarde o temprano él volvería a atacar.