Capítulo 4: "Me alegra que no te arrepientas"

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Todo está permitido, menos interrumpir una manifestación de amor.

Paulo Coelho.

Sábado, 2 de septiembre de 2021

Almendra:

Últimamente no me reúno con el grupo por estar con mi novio Christopher. Además digamos que no soy la persona con más paciencia del mundo, se podría decir que es nula y mi querida hermana Paz no me lo pone muy fácil tampoco.

-Entonces, ¿cuándo vienes?- Le pregunto a Chris por video llamada.

-No lo sé cariño, supongo que en un mes- Christopher está de viaje con su padre, (no turístico), están buscando empleo en California, ya que aquí no les dio resultado.

-Tienes tiempo para... - señalo debajo de mi vientre.

-Créeme que yo tengo el mismo problema- suspira-- pero en serio estoy muy atareado. No olvides que te quiero.- lo llama del otro lado un hombre- Me buscan. Adiós.- cuelga.

Doy vueltas en la cama frustrada por lo que no ocurrió. Debo estar muy necesitada para tener sexo telefónico, pero en serio lo necesito. Los días que pasé con él, no pudimos hacer nada por la maldita regla y ya han pasado 5 meses sin necesidades propias del ser humano.

Me levanto de mi cama con pereza hacia el refrigerador con móvil en mano, chateando un poco con mis amigos virtuales. Agarro la jarra del agua y la vierto en un vaso. Hasta que una oleada de pensamientos ajenos me llegan a la mente.

-¿Cuándo te darás cuenta de que puedo percibirte y es inútil hacerte invisible?- le pregunto cansada a Paz sentándome en la barra de la cocina.

¿Por qué no pude mentir y ya?

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¡Qué no!

Odio las peleas de Paz consigo misma y me aturden.-¡Paz!- me tapo los oídos inútilmente porque igual sigo escuchándolos- ¿Puedes reducir la intensidad de tus pensamientos?- suspiro sintiéndome mejor- ¿Por cierto, quién te gusta?-Sanem resopla, vira los ojos y se va escaleras arriba.

Es frustrante tener una hermana a la que le cuentas hasta cuantas veces vas al baño- metafóricamente- y esta simplemente sea tan cerrada como Paz. No se abre conmigo, se lo guarda todo. Yo esperaba que en algún momento explotara, pero ni eso hace y verdaderamente no tengo paciencia, ni tiempo para entender esa cabecita suya.

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Lunes, 4 de septiembre de 2019

Suena la alarma de mi teléfono y gruño por lo bajo y después de aproximadamente 50 vueltas en la cama me levanto.

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Me he puesto unos jeans azules, un suéter blanco y unas Adidas para iniciar el día. Demás está decir que me tardé en arreglarme por lo menos 1 hora, es por lo que para ir a cualquier sitio debo levantarme 2 horas antes de las acordadas.

Bajo las amplias escaleras de mármol y me siento a comer entre mis hermanas menores Paz y Esperanza que tiene 3 años.

-Buenos días- menciono

- Buenos días Dra- Dice mi papá con el teléfono en la mano. Me dicen así aparte del diminutivo de Almendra, por ser la futura doctora de la familia. Mamá asiente con la cabeza en modo de saludo, ayudando a la pequeña a comer.

-Buelo día- dice Esperanza en su lenguaje de niño.

-¿Qué te cuentas?- menciona atragantándose con una tostada Paz.

The Flowers [ Parte 0] EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora