CAP 34.

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El rubio suplicó a Dios la vida de la azabache, grito y grito. Con el cuerpo de la azabache en sus brazos se dió cuenta de que la vida de aquella muchacha no la podría salvar en ningún futuro.


Las sirenas de las ambulancias rompieron con brusquedad el silencio y el lugar fue inundado por la contaminación acústica de aquel sonido.

Los médicos subieron con rapidez y quitaron de los brazos del chico a aquella chica que parecía albergar en la muerte. Aunque, ya había pisado aquel mundo de los muertos. Pero a lo mejor no lo suficiente.

El rubio se subió con la chica a la ambulancia.

Los médicos hacían grandes intentos a recomponer su cuerpo para que el alma de la chica pudiera volver.

El chico de ojos azules y pelo rubio, lloraba desconsolado por la presunta muerte de su amada amiga. Su corazón empezaba a crear el vacío de que no pudo salvar a su amiga de las garras de la muerte. Se echaba toda la culpa cuando él no tenía ninguna.

Al llegar al hospital los médicos llevaron a la chica directamente a quirófano.

Una enfermera que se encontraba en urgencias se quedó estupefacta de ver de quien se trataba aquella noticia que en tan poco tiempo se difundió por todo el hospital. La de la chica de 15 años suicida.

- señora Tanaka, ¿se encuentra bien? -un enfermero también de urgencias la agarró ya que esta se empezaba a tambalear por la noticia.

- e-ella es mi nieta...

Como el rubio, Takemichi, como el enfermero se quedaron petrificados tras la noticia de la mujer de 60 años.

Takemichi reconoció a la mujer tras su declaración, pues él la vió el 31 de octubre con lo de Baji.

La mujer no podía procesar la información, su mente sólo pensaba: ¿por qué ella? ¿Qué he hecho?

Mientras aquella mujer de 60 años y el chico de 15 años lloraban. Había un chico de 22 años en otra parte del mundo que no tenía ni idea de lo que pasaba en Japón, ese chico se encontraba arreglando unos papeles para volver a Japón, deseando volver a ese pais ya que soñaba con escuchar la voz de su hermana.

El abuelo del jóven que se encontraba en la otra parte de mundo y de la jóven que se encontraba en quirófano recibió una noticia que rompería le rompería el corazón.

Aquel señor salió corriendo de su trabajo hacia el trabajo de su esposa. Al llegar se encontró a su esposa y a un adolescente llorando en las puertas de un quirófano.

Aquella pareja unidos en el matrimonio lloraban abrazados,  mientras que el chico, Takemichi, lloraba solo en aquel asiento. Sabía que esta noche no la pasaría en casa.

El rubio se castigaba a si mismo por llegar tan tarde a la casa de la azabache, pero se agradecia a si mismo de haber pasado aquellos pequeños minutos con ella. Agradeció que leyó aquel mensaje del movil de Baji Keisuke, aquel móvil que permanecía en aquella sala de hospital.
A Takemichi le dejaron pasar a la habitación del paciente sólo por unos minutos, y cuando pasó a la habitación de hospital vió como el móvil del chico insconciente sonó por la llegada de un mensaje. Por curiosidad el rubio agarró el teléfono ajeno y leyó el mensaje.
Sin que el miedo lo paralizara empezó a correr en dirección de la casa de aquella chica.

Así fue como aquel chico de 15 años en físico pero 26 en psicológico salvara a aquella dulce jóven.

Mientras que en aquella sala de espera tres personas luchaban por detener aquellas lágrimas que brotaban de aquellos ojos. En el quirófano unos cirujanos y doctores luchaban por la vida de la chica. Mientras que la chica luchaba contra sus últimos pensamientos.

"Eres tan linda"  {Manjiro Sano/ Mikey x reader}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora