Roma

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La noche está plagada de estrellas.
No hay viento.
No hay gente.
Hoy se apaga el ruido del mundo
para encender la voz de dentro.

Aunque tu voz quedaría
perfecta con mis silencios.

Pero no te escucho,
no te veo,
sin embargo te siento.

Mirándome con las pupilas
inundadas de fuego.
Los labios presionándose contra mi cuello.
Las manos haciendo un tour
por cada cicatriz que me dejó la vida
antes de ti.

No sé cómo diablos se llega a Roma.
Solo sé que apareciste
y olvidé hacia donde iba.

Ya no importa.

Sol de lobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora