Un fuerte golpe resonó en toda la oscura bodega mientras él escupe otro hilo de sangre, ya había perdido la cuenta de cuantas bofetadas ha recibido desde que llegaron.
Jeon Irene no ha hecho su acto de presencia y él ya está hasta la madre de que la rubia no se apresure.
—Entonces.... — Dice en medio de jadeos. — Seguirán golpeándome hasta que su jefa venga.
Uno de los tantos hombres que hay en la bodega solo levanta los hombros y ríe burlón.
—Órdenes son órdenes.
—Puedo darte el triple de lo que te están pagando. — Intenta sobornar.
—No se trata de lo que me paguen sino de la seguridad de mi familia.
Entonces, Jungkook bufa rodando los ojos.
Solo quiere que esto termine pronto, su cuerpo se está debilitando debido a los múltiples golpes y su hermana no aparece por ningún lado.
Jimin y Eric ya deberían estar afuera para el contra ataque.
El desgraciado de Siwon permanece sentado en una de las esquinas observando todo con diversión. Disfrutando del dolor ajeno.
Sin previo aviso recibe otro golpe en su estómago que lo hace toser, sus manos amarradas intentan liberarse por milésima vez fallando nuevamente.
Otro golpe viene desde atrás y lo hace gritar de dolor, han golpeado su columna y duele como los mil demonios.
Entonces cuando otro sujeto se acerca para golpear su bonita cara, Jungkook, alza uno de sus pies y logra golpear sus genitales.
—¡Agh! ¡Eres un maldito!
Ante el grito de aquel hombre Jungkook solo ríe con las pocas fuerzas que le quedan.
—Por maldito es que estoy aqui, estúpido. — Espeta seriamente mientras su mandíbula se tensa.
—Por maldito y por marica. — Otra voz se deja escuchar y él sonríe lasciviamente.
Siwon se levanta de su lugar y corre para recibir a la fémina. Jeon Irene al fin llegó señores.
—Este maldito marica te quitó a tu hombre ¿Qué dirás al respecto? Que ni siendo mujer fuiste lo suficientemente buena como para complacer a Jimin. Das lástima, Irene.
La fémina gruñe y se lanza hacia él dando más de tres bofetadas en cinco segundos, sin embargo, Jungkook solo ríe y eso aumenta la furia de Irene.
Siwon la aleja de Jungkook para después tomarla de la cintura y susurrarle algo que la hace sonreír.
El menor mira todo con una ceja alzada y muerde su lengua al no saber de lo que están hablando.—Si yo doy lástima, entonces ¿Qué das tú? ¿Pena? Jimin se fue de Corea porque no le interesas y si volvió no fue precisamente por tí.
Entonces Jungkook carcajea con todas sus fuerzas queriendo ir hacia Irene y golpearla hasta matarla, hasta que todos sus signos vitales desfallezcan.
—¿Cómo estás tan segura de eso? Jimin me ama, y eso no puedes cambiarlo aunque me mates. No puedes, Irene.
Y es cierto.
Aunque la rubia se encargue de matarlo no podrá cambiar los sentimientos de Jimin. De SU Jimin.
—Estando muerto cualquiera puede enamorar a Jimin, créeme... no serás difícil de olvidar. Park Jimin siquiera recordará tu rostro. — Dice acercándose nuevamente hasta él.
—Una lástima que Jimin no se fije en ti, si me va a olvidar será por alguien mejor que yo, y temo decirte, querida, que no existe alguien mejor que yo. — Espeta arrogante con una sonrisa ladina.
Entonces, Irene al no saber que responder solo se separa abruptamente de él para luego dirigirse hacia Siwon.
El más alto asiente ante lo que murmura la rubia y entonces alza una de sus manos para que dos de sus hombres se acerquen a Jungkook y comienzen a golpearlo, otra vez.
Jungkook grita de dolor porque es lo único que puede sentir en esos momentos, no entiende porque Jimin y los demás no han aparecido.
Siente el sabor metálico de la sangre en sus labios y el mismo liquido escurriendo por su cara. Sus cejas están empapadas de sangre y siente sus piernas ser sujetadas por otro hombre.
Trata de liberarse fallando en el intento y obteniendo más golpes, entonces, su filosa mirada se topa con la de Irene y solo quiere acercarse a ella para desaparecerla.
Irene está sentada junto a Siwon disfrutando del espectáculo que su hermano les da. Sonríe de una forma arrogante y maligna, está feliz de ver el final de Jeon Jungkook con sus propios ojos.
El pelinegro solo puede removerse en su lugar buscando defenderse, más las personas que lo están golpeando y las que se suman no parecen estar de acuerdo con él.
Sus ojos lagrimean cuando se deja hacer, cuando se deja maltratar y cuando se da cuenta de que Jimin no llegará.
Jeon Jungkook se ha rendido, ya no tiene fuerzas para luchar, no tiene fuerzas para sobrevivir porque su orgullo está siendo pisoteado en estos momentos.
Se acabó el Jungkook fuerte, el Jungkook arrogante, el Jungkook sexy, el Jungkook doble moral. Se acabó Jeon Jungkook y Jeon Irene lo sabe.
Se da cuenta en ese momento en el que su hermano menor solo atina a desmayarse.
Importandóle muy poco el que el cuerpo de Jungkook esté inerte, ella sigue disfrutando de los golpes que recibe. Porque lo merece, cada maldita herida que está recibiendo él lo merece.
La silla en la que su hermano estaba sujeto cae llevando consigo el cuerpo,entonces, aquellos cinco hombres solo atinan a patearlo y otros a golpear directamente su cara.
El rostro de Jungkook está irreconocible, será un completo milagro si sobrevive, o si le dejan sobrevivir.
—¡Suficiente! — Grita la rubia y todos paran de estimular el débil cuerpo.
Irene se acerca y sonríe meláncolicamente porque a pesar de todo si quiere a Jungkook, en lo más recondido de su corazón lo quiere. Así que no puede evitar sentir un pequeño atisbo de lástima.
Así es. Solo un pequeño atisbo.
Una lágrima sale de sus orbes, la cuál limpia bruscamente. Su rostro se vuelve rígido y serio, entonces, con un pedazo de vidrio corta delicadamente la regordeta mejilla, dejando que la sangre surca en demasía.
Jeon Jungkook se rindió, y Jeon Irene ganó.
Pero el carma existe, y todo lo malo que hemos hecho siempre se revierte.
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Saturday In The Morning (Jikook)[Adap.]
RomanceEn el mundo del erotismo abunda el sexo y Jimin lo sabe. Jungkook se ve en la situación de desconfiar de su hermana por la traición que está cometió, y que mejor manera de vengarse que acostándose con su prometido, el gran empresario Park Jimin. Al...