Bienvenida a Italia.

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-Por que si viniera mi escolta manejando se sabría el camino a pista sin interrumpir las operaciones del aeropuerto, como vengo yo es por eso el dispositivo.- Pararon en la escalera que daba acceso a la puerta del jet, bajo y después le abrió la puerta a ella.- Adios América, Hola Europa.

-Ya quiero ver la hermosa Italia.- Bajo tranquilamente de la camioneta la pelinegra.- Hay que subir ya...será un viaje largo.- Subió al avión y fue directamente a sentarse.

-Despues de ti.- Cuando ella subió supervisó que el equipaje estuviera ya arriba, hecho esto fue a sentarse junto a ella y ver cómo se llevaban la camioneta.- Comprare una cuando regresemos.

-¿Qué cosa comprarás?.- Se había entretenido con un juego de su celular.

-Una camioneta, me gustó.-

-Pensé que ya era tuya...me gusto el modelo de la camioneta...deportiva.

-No, era rentada por que quería probarla, ya estoy convencido de que quiero una.

-Otro más para tu colección.- Se abrochó el cinturón cuando el capitán informó que estaban a punto de despegar.

Hizo lo mismo y miro por la ventana de nuevo, imagino como sería el padre de su chica, una copia exacta de su cuñado.

-¿En que piesas? En este tiempo que estuvimos en mi antiguo hogar has estado callado y un poco serio.

-Bueno, después de lo de Dom no puedo alegrarme del todo.-

-Cierto...solo espero que Tommy se adapte con nosotros y se sienta en familia.

-Pues...creo que más acomodado si se siente.-

-Eso espero...no quiero que se sienta incomodo cuando ingrese a su nuevo colegio.

El padre de los hermanos después de la llamada que le hizo a su hijo disfrutaba de un buen vino en su jet mientras leía los antesedentes de su antiguo socio que estaba en Cuba y pensaba trasladarse a Italia para hacerle una visita a su "adorable hija".

-Bueno, si no te importa dormiré un rato.-
Recargo su cabeza en el hombro de ella.

La pelinegra pidió a una asapata que les diera una manta y cuando se las trajo los cubrió a los dos con ella para así estar más cómodos para descansar.

-Descansa.- La pelinegra se acurruca a su lado y lo abraza también para descansar un poco.

Mientras tanto en tierra el japonés aún organizaba al pelirrojo y al más joven de ellos para así salir sin ningún problema mañana.

-Muy bien...Leo alista tu maleta al igual que tú Tom.- Les ordeno el pelinegro cuando vio bajar a los dos chicos.

-OK...- Los dos se dieron media vuelta y volvieron a subir a sus habitaciones para arreglar sus maletas.

El pelinegro compró los boletos y hacía una llamadas para que ya empezaran a construir en la granja.

No supo cuento tiempo estuvo dormido hasta que despertó tallandose los ojos y estirándose, la espalda le dolía. La pelinegra se movió un poco mientras dormía.

-Ya despertaste.- Se acomoda en su lugar la chica media dormida ya que se despertó al sentir que su novio se despertaba.

-Si, me duele la espalda.- Se volvió a estirar en su asiento.

-Si quieres llegando al hotel te doy un masaje para que estés relajado.- El sueño se le fue un momento ya que le dio hambre.

-No me vendría nada mal, eso te lo agradezco.- Se acomodo mejor en su asiento.- Y tengo hambre.

¿Destino?... Concuerdo contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora