Por azares del destino dos almas lastimadas están a punto de cruzar caminos donde nacerá un amor puro y sincero...pero para poder estar juntos deben de pasar una serie de pruebas que el destino les irá poniendo a lo largo del tiempo.
La camioneta llegó a la ciudad y se estacionaron a una calle del restaurante y el castaño bajó primero para después ayudar a su novia a bajar.
-Gracias caballero.- Sonrió la pelinegra mientras sujetaba la mano de su novio y bajaba de la camioneta.
-No es nada mi hermosa dama.- Sonrió coqueto el castaño y besaba el dormso de la mano de su novia cuando bajó.- Vamos...nos esperan adentro...no estés nerviosa, ellos ya te aman.
La pareja caminan tomados de la mano hasta llegar a un pintoresco restaurante, los colores color tierra y las faloras que iluminaban además de las plantas que están en las paredes y masetas, al lugar le daba un toque hogareño, había gente cenando afuera y el olor de la comida era exquisito se fueron acercando hasta la entrada.
-La pelinegra suspiro para calmar sus nervios y le sonrió de vuelta a su novio.
Ya listos los dos ingresaron al restaurante y el anfitrión los saluda en italiano.
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-Buenas noches, bienvenidos a Humus Bistrot, ¿cuentan con una reservación?- dio la bienvenida el anfitrión y preguntó si tenían mesa reservada.
-Nos esperan...hay mesa reservada para Hasselback.- Habló el castaño en italiano.
-El anfitrión revisa su tablet donde tenían todas las reservaciones y verifica lo dicho por el joven.- Los están esperando, los guiare...por aquí.- Les pide que lo sigan.
La pareja sigue al anfitrión hasta la terraza donde se tiene una vista explendida de la ciudad y en una de las mesas había una pareja mayores esperando a os más jóvenes.
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Una hermosa mujer de mediana edad de ojos color miel, pelo castaño y piel blanca le sonreía maternal mente al castaño más joven mientras sujetaba la mano de su esposo que bebía un poco de vino. Quien lo viera lo describiría como una persona que impone miedo pero era lo contrario del porte imponente tenemos a un pelirubio de ojos verdes de igual modo piel blanca como su esposa había detrás de el un hombre cariñoso, atento y amoroso con su familia.
