Nuevamente los problemas nos siguen.

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-Dame...-Le robó el chocolate mientras se sentaba a su lado la pelinegra.- ¿Qué hay de interesante?- Su vista viaja a la pantalla viendo así el programa que su novio observaba en ese momento.

-Solo Nascar y de ahí en fuera nada.- Se quedó mirando su mano, era el último que le quedaba.

-Ohhh ya...- Seguia tranquila comiendo chocolate mientras lo abraza y se acomoda entre los brazos de él para estar más cómoda.

-Si, y ese chocolate era mío pequeña rata.- La vio con los ojos entre cerrados mientras corresponde el abrazo y se acomoda para ser usado de almohada.- Me vengaré.

-Mejor no me tientes para la otra cariño.- Sonrio inocentemente.- Eres el culpable de ponerme mi tentación en frente.

-Chicos los vemos más tarde.- Salio el pelirrojo y el japones ya lo esperaba en la puerta.- No hagan nada indebido...hay un adolescente en casa.- Sin más los dos salieron de la casa ya que tenían prisa por llegar a la comisaría.

El pequeño pelinegro observaba todo desde el marco de la puerta de la cocina ya que no sabía que hacer en ese momento.

-Bueno...al adolescente no le importara ¿o si?- Dijo cuando ellos salieron. Miro de reojo y el estaba ahí.- Supongo que no.- A ella la tumbo de espaldas en el sillón mientras el encima le guiño un ojo y comenzó a besarla.

-Ehhh yo estaré en el patio...- El pobre chico salió corriendo apenado ya que creía que sus tutores tendrán un momento a solas.

La chica se queda sorprendida por las acciones de su novio que hasta tiro al suelo su chocolate que estaba por terminar y sin dudarlo correspondió el beso, tenía esa necesidad de ser nuevamente uno mismo, su cuerpo y corazón se lo exigían.

-Creo que lo espante...jaja.- Volvió a besarla, hace un rato que no estaban de esa manera.- Extrañe tus labios.

-Es mejor no dejarlo traumado.- Paso sus brazos al rededor del cuello de el, atrayendo lo más a ella y así sentir más de cerca su colonia que le fascinaba.- también yo extrañe estar así contigo...entre tus brazos y saborear tus labios...

-Espero que se acomode rápido, aunque va a buen paso.- Siguió besándola, y poso sus manos sobre la cintura de ella.

La pareja disfruta del beso y empezaban a repartir acriacas, explorando cada parte de ellos haciendo que de parte de la chica salieran leves genios y suspiros de placer pero cuando iban a dar el siguiente paso fueron interrumpidos por el único adolescente que estaba en casa.

-Magnus...ire a la casa de mi hermano, quiero tener unos recuerdos de el.- Se acercó a pedir permiso al castaño ya que era el único que veía en ese momento.

-El castaño reaccionó y rápidamente se acomodo su ropa y la de su novia mientras que en sus mejillas aparecía un leve sonrojo.- C-claro....pero no tardes mucho...

-Lo prometo.- Dio su palabra de llegar temprano a la casa y se apresura a salir cerrando la puerta llendose a la casa de a lado.

-Se dejó llevar por un momento pero al oír la voz del chico y reaccionó, se sonrojo, 3l habiente entre ellos se había puesto caluroso así que intenta calmarse un poco.- Aprenderá rápido...¿En donde está el trocito de chocolate que tenía en mi mano?- Intenta cambiar de tema.

-No tengo idea de donde esté el trocito de chocolate.- Se detuvo un momento y la miró. -¿Que crees que sea?

-¿De qué hablas?- Miraba un poco descorcertada ya que no sabía a qué se refería.- Yo quería más chocolate...

-Nuestro bebé.- Se retiró de ella y tomó asiento.- Creo que tengo más.

-La verdad...quiero que sea un niño.- Se incorporó y volvió a sentarse a su lado.- Puede que más adelante darle una hermanita...y a ti...¿que te gustaría que fuera?

¿Destino?... Concuerdo contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora