Un momento en familia.

4 2 0
                                    

La pelinegra aún seguía hablando con las mujeres de la casa y escuchaba los consejos que le daban trataba de memorizarlos todos, cuando volteo ver a su chico se preocupó un poco, le preguntara más tarde qué pasó así que tomó su mano para reconfortarlo mientras que con su mano libre disfrutaba de la comida casera.

-La comida está muy buena señora Russo. ¿Aun la prepara usted?- Rompió el silencio y apretó la mano de su chica, estaba frío.

-Ya no...ahora la preparo Alessandra.- Le contaba la señora de la casa a su nieto.- Se que más adelante será una buena esposa al demostrármelo con la comida.

-Aparte de que es una chica bonita y atractiva, supongo que tiene varios pretendientes ¿no?- Volteó a ver a la chica y le sonrió con amabilidad para seguir comiendo lo último en su plato.- Espero que nos invites a la boda.

-Primero que nada...lo tiene que aprobar padre.- La castaña seguía comiendo tranquilamente su comida y les sonreía.- Pero ustedes...¿Cuándo piensan casarse?

La pelinegra casi se ahoga cuando estaba tomando un poco de agua al oír la pregunta de la castaña.

-Alessandra no los estés molestando.- Le regaño su madre.

-Eeehhh... bueno...este...- Volteó a ver a la chica. -... después...primero quiero salir de la temporada actual y en el embarazo de ella trabajaré en el despacho de mi padre, y los primeros tres meses de maternidad, después entraré a Fórmula 1.-

-Aún les queda mucho camino que recorrer hijos...así que no se apresure.- Les sonreía cálidamente la señora.- Blum...pequeña si necesitas algún consejo más adelante no dudes en llamarme por favor.

-Así lo are señora Russo.- La pelinegra le dio una sonrisa tímida. (Si me gustaría casarme algún día con el...)

Se quedó callado y bajo la vista. Saboreaba aún la comida mientras eso se mezclaba con los recuerdos que tenía, nunca piso un orfanato y tampoco fue menos, llegó directo con los Hasselback y su hermano...su hermano...

La pelinegra siguio comiendo tranquilamente hasta que su celular sonó, lo saco de su bolsillo y vio quien la llamaba.

-Con permiso...-Se disculpó y procedió a levantarse de la mesa para alejarse un poco y contestar la llamada.

-Bueno Alessandra...- Cuando ella se alejó.- ¿Esta vez elegí bien? Porque creo que me saque la lotería con ella.- Sonrió y los demás lo imitaron, se sentía más cómodo ahora pero aún temblaba quiza de frío aunque era improbable.

-Me agrada...tiene algo que me gusta y ya la quiero como un miembro más de la familia.- Sonrio la castaña.- Está aprobada...me alegra a ver alejado a esas tipas cuando te iba a visitar ahora tienes a la correcta a tu lado.

-Bueno, las otras no eran exactamente lo que encontré en ella...después te contaré la historia, es entretenida.- Volteó a verla un segundo hablando con su hermano, quedaban a lo mucho tres días para regresar a casa.

-Eso espero...sabes que te quiero y me importa mucho tu felicidad Magnus...

-Disculpen si demore.- Regreso a sentarse para así terminar de comer.

-Para nada, ¿Como esta el tomate?- Se rió un momento y regreso a la seriedad, se sentía más tranquilo y en confianza.

-Apenas llegó y ya se está estresando...su aprendiz casi estrella su porche favorito y Sou tratando de contenerlo.- Termino de comer mientras les contaba.- Además de que llegaron bien y Tom quedó maravillado con la granja.

-Bueno, si fuera más paciente sería otra cosa y Tom, que bueno que le guste.

-Si pero estamos hablando con el rey del drama así que no se relaja tan fácilmente...pero se me hizo raro algo que me pregunto.- Se mantuvo callada un poco.- Me pregunto que si no había notado algo raro ahora que estamos en Italia, me dijo que no saliera sola y sobre todo que no me alejara de tu lado.

¿Destino?... Concuerdo contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora