𝐈 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐘𝐎𝐔! | Patito Feo¹

22 | Ella... se ve tan feliz.

Valeria llegó al colegio encontrándose con su madre, ambas se miraron hasta que la menor bajo la cabeza y se adentró al colegio sin mirar atrás. A ambas les dolía no hablarse pero Valeria no estaba dispuesta a dar su brazo a torcer por algo que ella no había echo.

Josefina y Antonella se pelearon por algo que supuestamente había echo Antonella cuando Germán las frenó. También siendo paradas por Valeria y los chicos.

—Orden! ORDEN! Que es este papelón? Ninguna explicación todos al despacho de la directora. La directora quiere verlos y no es por esta pelea asi que formen filas, mujeres de este lado y los varones de este.— dijo Germán.— Y tomen distancia, bien carrera march! — ordenó el profesor haciendo que los alumnos caminarán hacía la dirección donde estaba Inés esperándolos. 

—Los mandé a llamar porque en el colegio están pasando cosas muy raras.— les dijo Inés una vez tuvo delante a los alumnos. 

—Pero Inés nosotros solo queríamos separar a las chicas.— se excusó Alan.

—Si, nosotros no hicimos nada.— afirmó Santiago.

—Un momento silencio, no no no, no los mande a llamar por eso. Les dije que en el colegio están pasando cosas muy raras porque me entere que hay alguien que se está haciendo pasar por mi, que está haciendo llamadas telefónicas que no me gusta para nada, así que yo quiero que en 24 horas me digan quién es, que el culpable reconozca lo que está haciendo,  ¿entendieron?

—Si.— contestaron todos.

—Bien, váyanse.— les dijo Inés haciendo que entre empujones todos salgan de la dirección.

— Cuando vas a hablar con Vale, ma? — preguntó Patito mirando a su madre que estaba en la cafetería de colegio.

—No se, no creo que me perdone por lo que le dije, igual merezco que me ignore, pero debe entender que tenía razón.— le dijo Carmen.

Madre e hija se miraron cuando de la nada escucharon una risa que conocían bastante bien, se trataba de Valeria que estaba caminando junto a Facu el cual le estaba haciendo cosquillas haciendo que no dejara de reír. Hacía mucho que Carmen y Patito no veían a Valeria reír así.

—Ella... se ve tan feliz.— dijo Patito mirando a su hermana que se reía a carcajadas.

—Lo es.—afirmó Carmen bajando la mirada.

Mientras en la casa de Leandro, Inés y Blanca se encontraban hablando en el salón.

—Inesita yo te dije que algún día esa chiquita le iba a endosar su hija espantosa a Leandro, aunque Valeria no me molestaría.— dijo Blanca haciendo que Inés al escuchar lo último casi se atraganta con el café.— Y tiene todo para convencerlo.

—Ella tendrá todo lo que quiera pero el ADN de Leandro dio negativo.—le explicó Inés.

—Bueno pero si ella acude a la justicia lo van a obligar a hacerse un nuevo ADN.—le dijo Blanca a Inés.

—Hay pero que importancia tiene eso, que vaya la chirusa esa.— le dijo Inés restándole importancia.

—Como que vaya Inesita vos te imaginas en boca de todos tus amigas cuando se enteren, que a tu hijo lo obligan a hacerse un ADN, que tal vez Patito y Valeria son tus nietas. Te gustaría que se rieron de vos. —la miró Blanca mientras hablaba.

—No, no que se rían no.

—Entonces Inesita me tendrás que ayudar.

Mientras en el buffet.

—No les quiero mentir más a las nenas, y ahora para colmo esto que Patito sueña con que Leandro es su papá, y no me quiero imaginar Valeria, que desde chiquita lleva soñando con el.— dijo Carmen hablando con Ayelén en la cafetería del colegio.

—Y es fuerte viste.

—Si, demasiado fuerte, ya no puedo hacer esto, voy a hablar con Leandro.

Al diálogo Carmen no pudo contarle nada ya que Blanca y Inés la habían asustado contándole una historia.

Cuando Valeria llegó a casa del colegio se encontró con Leandro que quería darle un regalo.

—Valeria, vení acá un momento, tengo algo otra vos.— dijo Leandro desde el sofá que estaba con una caja delante de él.

—Okey.— dijo la chica acercándose al sofá.

—Tenés que cerrar los ojos. —le dijo Leandro con una sonrisa.

—Pero por qué? —preguntó Valeria con intriga.

—Vos Cierra los ojos.

—Va, que estoy ansiosa, Leandro.— dijo la chica con los ojos cerrados.

Leandro puso la caja delante de la chica.

—Bien Abrí los ojos.

La chica abrió los ojos encontrándose con un equipo de música.

—Es increíble.— dijo la chica sorprendida.

—Es para que lo pongas en tu habitación para cuando tengas que ensayar o algo, Antonella tiene uno en su cuarto, así que pensé que tu también podrías tener uno en el tuyo.

—Genial, Gracias, Leandro.— dijo la chica abrazándolo.

Luego ambos subieron a la habitación de Valeria para montar el equipo.

Una vez montado Valeria se fue a la habitación de Antonella encontrándose con sus amigas peleando por una carta y un CD.

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