𝐂𝐀𝐌𝐄𝐋𝐈𝐀𝐒 ━━ Dip

Prólogo

primera historia del 2022, wuu<3
trama algo diferente, intentando ser narrada desde el punto de vista de damien<3

Para los tiempos, en los qué sucede está historia, muchos deseaban pertenecer a las presumidas familias de clase alta. Algunos otros, no ansiaban más que siempre tener una rebanada de pan sobre su mesa todos los días.

Por otro lado, estaba yo.

Nacido en el seno de una familia de alta sociedad, la cual, era completamente ignorante de los secretos que nuestra "perfecta" presencia arrastraba por las sombras.

No era algo horrible. No habíamos cometido un solo crimen, pero, de "decentes" no había nada. Yo no puedo creer que cuando mi tía sale con sus amistades, sea el único que escuche como su esposo tiene sexo con otra integrante de mi familia.

Claro, hay más razones por las que no me sea grato dar un paseo matutino en compañía de los Thorn, pero, no voy a desperdiciar mi mañana enumerando cada una. Fuera como fuese, aquel amanecer me veía asistido por la parentela de los Yardale.

El primogénito, un alto rubio de personalidad asquerosamente presumida, se llama Gregory. Para nuestra fortuna -desgracia, más bien- nuestros linajes han tenido una descendencia formada únicamente por varones, siendo yo, el excepcional chico que mi madre pudo mantener con vida.

Mis hermanos -cuatro en total- serían los mayores si es que no hubiese habido complicaciones en el parto, o una desgraciada malformación los hubiera condenado a no vivir ni siquiera su primer año de vida.

Mi madre -que en paz descanse- murió al darme a luz. Inclusive, mi padre en sus momentos de nostalgia y embriaguez, me ha echado en cara que yo pude haberla devorado por dentro. Oh que ella hizo demasiado esfuerzo por mantenerme con vida, que se apagó la suya.

Intento no pensar en eso, pero, tras convivir con Gregory, se ha vuelto una tarea imposible. Suelo odiar a mis no conocidos hermanos por no haber sobrevivido, ¿Por qué?, Solo un idiota no se daría cuenta con qué fin lo obligan a convivir desde niño con otro primogénito.

Fuera de eso, los Yardale eran una familia excepcional. No sabía si tenían secretos como los Thorn, pero, no era como si me importara.

Mis pensamientos, fueron interrumpidos cuando el frío viento del invierno fue directamente a mi rostro. Mis brazos se encargaron de cubrirme, permitiéndome ignorar totalmente que dicho aire, fue provocado por una persona que corrió hacia mi.

Lo siguiente, fue una violenta sacudida, que me hizo terminar frente a un panadero furioso. Mi cuerpo siguió moviéndose, bloqueando el camino del hombre, al mismo tiempo que unas manos desconocidas, enterraban sus dígitos en mis brazos.

-¡Ladrón! -exclamó.

-¿Disculpe? -cuestioné con molestia, ignorando totalmente que se refería al chico oculto tras de mí.

-¡Señor se lo suplico! -escuché decir-. ¡Mi hermana me matará si no llevo algo de comer esta noche!, Usted tiene demasiado pan y mi buen amigo, el herrero, le pagará apenas tenga un trabajo listo...

Las miradas de la familia de Gregory no tardaron en caer sobre mí. No era para menos. Estaba siendo utilizado como escudo humano, la saliva del panadero había parado en mi rostro ante sus gritos y mis brazos posiblemente quedarían marcados por como aquel muchacho me sostenía.

-¡Tonterías!, Pensé que ella te había educado bien.

-¡Y lo hizo, señor panadero! Pero está mañana me ha dado mucha hambre. Tomé más pan de lo permitido, ¡No tenemos nada!

-¡Ese no es mi problema!

-Tampoco el de mi amigo, señor. -la voz de aquel rubio intervino-. Por favor, permita que se vaya. Usted sabrá cómo arreglar los problemas con el mocoso que lo tiene sujeto. Tal vez un par de azotes estén bien.

Y, con una habilidad increíble, Gregory logró alejarme.

Mi vista se volvió ante la queja del desconocido. El panadero no había dudado en golpearlo con fuerza, seguido inmediatamente de otro golpe, pero, aquel chico no desistía con el pan. Pan, que definitivamente no sería extrañado en el establecimiento de aquel hombre.

Ante el tercer golpe, reaccioné. El humilde joven, llevaba ropa escasa para poder protegerse del frío, sin embargo, debajo de su deteriorada boina, asomaban pequeños mechones de un rubio opaco. Sus orbes celestes se posaron sobre los míos, brillando gracias a las lágrimas que ya habían comenzado a salir.

Fingí toser, acercándome para detener el cuarto golpe.

-Lamento lo que sucedió, por favor, disculpe al joven... -me detuve, esperando al contrario.

-Philip, pero puede llamarme Pip, señor.

-...al joven Philip. Entienda que los desempleos se han vuelto algo recurrente. -palmee mis bolsillos, sacando un par de dólares, los cuales, extendí amablemente hacia aquel hombre-. Acepte esto como paga de lo que Philip ha tomado y por favor, con el cambio, dele un poco más de pan. Yo no estaría tranquilo de saber que una familia ha pasado hambre por culpa mía.

El silencio duró unos segundos, pero, con lo nervioso que me había puesto, se me hicieron eternos. Al ver al panadero asentir y regresar a su lugar de trabajo por más pan, pude soltar un suspiro aliviado.

-¡Gracias, señor! -dijo aquel rubio con entusiasmo.

-Damien Thorn. -comenté. Que me llamara "señor" me era incómodo.

-¡Gracias, señor Thorn! -resoplé. Cuando aquel panadero regresó, le hizo entrega de una canasta con una generosa cantidad de pan recién horneado. Una sonrisa adornó el rostro del rubio, quién, sin dudarlo, dejó uno en mi mano-. ¡Dios lo bendiga!, ¡A ambos!, Que al panadero le lleguen 10 clientes más por esta acción y que a usted, señor Thorn, lo bendiga con 10 veces más del dinero que me ha salvado.

-Realmente no es nada, joven Philip.

-Mire. -nuevamente me tomó del brazo, jalándome un poco, señalando las calles de esa gran ciudad-. Allá, en aquella casita donde el humo de la chimenea llega más alto que el resto, es mi casa. -me volteó a ver-. Trabajo con el herrero, esposo de mi hermana. Por favor, no dude en venir a visitarnos y lo recibiremos con ginebra y un delicioso pastel de carne.

-Gracias por la invitación.

Respondí.

Philip, se despidió con una pequeña reverencia, corriendo como si no hubiera un mañana, cuidando que ninguna pieza de pan se le cayera. Efectivamente, iba hacia la casa donde el humo de la chimenea llegaba más alto.

-Debiste dejar que lo arrestaran. -la voz de Gregory me hizo voltear a ver.

Sin permitirme responder, los Yardale continuaron con el paseo, al cuál, me uní luego de ya no ver a aquel chico.

A cada paso que daba, me quedaba más que claro que estaba rodeado de personas egoístas e hipócritas, que no harían nada sino era por el bien propio.

Y aquello, me hizo aceptar la invitación de Philip.