VII. Insatisfecho

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lamento la demora): este capítulo está narrado desde la perspectiva de pip<3ㅤ

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este capítulo está narrado desde la perspectiva de pip<3

Había vuelto de la residencia Havisham hace un par de días, con 25 libras en mis bolsillos…oh mejor bien dicho, en los bolsillos de mi hermana

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Había vuelto de la residencia Havisham hace un par de días, con 25 libras en mis bolsillos…oh mejor bien dicho, en los bolsillos de mi hermana.

No me molestaba que se quedara con el dinero, sabía que en casa hacían falta muchas cosas y aquella ganancia, mucha o poca, venía de gran ayuda.

En la residencia de la señorita Estella, fui espectador de las más lujosas fiestas, degusté manjares exquisitos y tuve la oportunidad de tocar suaves abrigos —aunque el de Damien era mucho más suave que esos—. Entonces, al regresar a mi hogar, me vi obligado a regresar abruptamente a la realidad.

A mí realidad.

Y sentí vergüenza.

Nunca antes me había sentido abochornado por mi estilo de vida. Disfrutaba de comer los pasteles de carne que hacía mi hermana, o la mitad de una rebanada de pan con manteca, pero…echaba mucho de menos la crema que daban de entrada en la residencia Havisham, para después, comer el más fino, delicioso y jugoso corte de carne.

Sobre mi hogar, no tenía mucho que decir si se comparaba con la residencia Thorn o Havisham.

Y en ese momento, mi rostro ardió.

El joven Damien ya había sido testigo de mis condiciones, y hacía apenas unos minutos, una carta con muy mala redacción le fue entregada por parte mía. Me lo imaginaba riéndose mientras observaba que yo era pobre, tanto en lo material, como en el saber. Tal fue mi pena, que me negué a que volviera a visitarme.

Además de mi reciente inseguridad, estaba ayudando a Joe con su trabajo y no he de decir cuánta pena me daría que el joven Damien me viera ennegrecido de rostro y manos, gracias al carbón.

Antes, me habría sentido afortunado de poder ser aprendiz de mi querido amigo el herrero, pero como ya he expresado, ahora nada me es suficiente.

Mi rostro no pudo disimular la muñeca de asco al verme reflejado en la ventana, tratando de limpiar mi rostro con mi camiseta, fracasando. Me maldije mentalmente, llamándome ingenuo de tan solo pensar, que mis crecientes sentimientos al joven Damien, serían correspondidos algún día.

𝐂𝐀𝐌𝐄𝐋𝐈𝐀𝐒 ━━ DipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora