❝WanYin, Toca mi cinta❞

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Jiang Cheng no dijo ninguna palabra, se acercó para poder besar al Lan nuevamente. Esta vez era un beso caliente, un beso en él cuál XiChen metió su lengua saboreando el sabor del Jiang.

Mientras se besaban Lan XiChen tomó a Jiang Cheng de la cintura pegándolo más a él, su miembro empezaba a despertar y podía sentir lo mismo en la parte baja de Cheng. Los dos se encaminaron hasta llegar a la cama.

—A-Cheng... —mencionó XiChen al separarse por falta de aire—. ¿Puedo hacerte el amor?

Jiang Cheng ya había aceptado, no hacia falta que el Lan preguntara algo ya que este diría que si.

—Es mi primera vez —dijo el Lan—, se que deberíamos espéranos hasta que estemos casados, si quieres negarte lo aceptaré, iré al estante frío en este momento, no quiero incomodarte —se quedó enfrente del Jiang esperando una respuesta.

—Líder tonto —sonrió—, t-también es mi primera vez... —aunque ya había leído varios libros de pornografía con HuaiSang y Wei WuXian, no tenía tanta experiencia en cómo los hombres lo hacían.

—Investigué —mencionó XiChen con sus orejas de color rosado—, te haré sentir bien, te lo prometo.

—¡Espera! —entrecerró los ojos—. ¿Estás diciendo que yo iré abajo? —se cruzó de brazos.

Lan XiChen soltó una risa mientras acariciaba los cabellos negros de Jiang Cheng.

—¿Quieres ir arriba? No importa para mi A-Cheng.

Jiang Cheng sabía que sin importar que está vez él fuera el de abajo, si escogía cambiar el Lan aceptaría.

—¿Puedes hacerme el amor? —preguntó sin ninguna pena.

—Claro baobei —lo acostó en la cama quitándole todas sus túnicas con mucho cuidado.

Los dos estaban completamente nerviosos, nunca había hecho algo así y no sabían como sentirse.

Lan XiChen susurró roncamente en el oído del Jiang.

—Confía en mi, si quieres que pare solo dímelo —dejo un beso en su cuello.

Jiang Cheng soltó un jadeo al sentir al Lan tan cerca de su cuello, no podía negarlo, su espalda y su cuello eran sus puntos débiles. Como si él Lan lo supiera empezó a besar el cuello del menor mientras que con su otra mano acariciaba su pierna.

— ~Ah... —Jiang Cheng soltaba pequeños jadeos al sentir las mordidas, lamidas y besos que dejaba el mayor en su cuello.

—Ahora todos podrán ver que eres mío —dijo el mayor besando nuevamente los labios de Cheng.

El beso, era un beso extremadamente feroz, los dos prácticamente se estaban devorando, sus lenguas tenían una pelea entre ellas, XiChen se separó un poco para poder morder los labios su prometido.

Los dos miembros estaban completamente despiertos, XiChen bajo su mano dejando caricias en el pecho del menor.

—No... —dijo Jiang Cheng quitando la mano del mayor.

—¿Quieres que pare? —lo miro a los ojos.

—La cicatrices... —volteó hacia otro lado—. Son horribles —se sintió inseguro al saber que el Lan vería todo de él.

XiChen sintió su corazón doler, en verdad se arrepentía de no haber estado con Jiang Cheng cuando esas horribles cicatrices marcaron su cuerpo.

—Todo de ti es hermoso —se acercó hacia las cicatrices—, nada en el mundo podrá hacerte ver feo —empezó a besar cada una—, te amo —las acariciaba—. ¿Lo entiendes? Todo tu cuerpo es perfecto, no importa cuantas cicatrices tengas, eres lo más bello que mis ojos han visto —siguió besándolas.

Jiang Cheng había aguantado sus ganas de llorar, escuchar las palabras del Lan era todo lo que siempre había querido, en verdad, ¿que había hecho para ganar a este hombre?

—Siempre serás mi número uno —fue dejando besos lentos mientras bajaba hasta el pene de Cheng.

Lo tomó en sus manos sacándole un gemido al Jiang, empezó a acariciar y fue dejando pequeñas lamidas en este, como si de una paleta se tratase. Lo metió todo en su boca y empezó un vaivén hacia arriba y hacía abajo.

— ~Ah...A-Huan —Jiang Cheng mantenía su boca medió abierta soltando pequeños jadeos, con una de sus manos tomó el cabello del Lan y empezó a controlar el ritmo.

XiChen lo follaba con su boca, succionaba, lamia, besaba, estaba fascinado poder hacer sentir bien a su prometido.

Después de unos minutos, Cheng empezó a sentir un cosquilleo en su pene.

— ~Ah! —soltó un fuerte gemido al venirse en la boca del Lan.

Lan XiChen tomó gustoso el semen del menor, Jiang Cheng tenía su respiración agitada.

—N-No lo tragues —dijo mirando al Lan.

—Muy tarde A-Cheng —habló cuando terminó de tragar el semen—, tan delicioso, tan bueno... —dijo mientras terminaba de desvestirse.

—Basta, no digas eso —sintió sus mejillas sonrojarse.

—Ahora, te haré el amor —tomo un frasco con un líquido de color rojo.

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—M