Capítulo 2: Narra Harry
Sigo alucinando con los gritos que me esta pegando Hayley, ya se que no ha estado bien por mi parte haberme olvidado de recogerla por la mañana para llevarla en coche hasta el instituto pero es que si sigue gritándome asi voy a necesitar audífonos.
-—¡Llegué tarde a mi primera clase por tu culpa, Harry! ¡Como has podido olvidarte otra vez! —grita moviendo sus manos delante de mi cara y obligandome a prestarle más atención.
Vale tal vez me he olvidado un par de veces de recogerla pero es que levantarme de la cama tan pronto por la mañana ya es demasiado para mí y si encima tengo que acordarme de ella.
—¡No volvera a pasar! ¡Asi que deja de gritarme ya, estas perforandome el tímpano! —le respondo.
—En eso tienes razón, es la última vez que va a pasar porque te dejo, no hace falta que vengas a buscarme más. —ella se cruza de brazo y me mira desafiante.
—Hemos discutido por cosas peores ¿Y me dejas por esta chorrada? —la miro sorprendido.
—Exacto, miles de "chorradas" que estoy harta de aguantar. —ella hace comillas con sus dedos en chorradas y sigue—. La escritora fantasma me ha enseñado a que tengo que valorarme más a mi misma.
—¿Escritora fantasma? ¿Tienes una amiga imaginaria? —le pregunto cada vez más confuso y me mira como si quisiese matarme.
—Adios Harry. —me dice y se marcha por el pasillo.
Minutos más tarde ya me he enterado de quién es la escritora fantasma y de el famoso artículo que ha inspirado a Hayley a dejarme. Logan, mi hermano, esta parado delante de mi taquilla comentando el tema.
—Seguro que es una amargada que no ha tenido mucha suerte con los tios. —me dice mientras sigue mirando el artículo.
—Pues muy malas experiencias tuvo con alguno porque nos ha puesto a parir. —le digo.
—¿Quién crees que será? —me pregunta.
—No se, parece alguien inteligente, por la forma en que habla. —respondo pero sigo pensando.
—Pero si solo dice chorradas, igual fue alguna de las empollonas.
—No creo, la mayoría de ellas son tímidas, no se arriesgarian a publicarlo. —le respondo y me paso las manos por el pelo.
—Yo creo que si, esas son capaces de todo en contra de la especie masculina. —me reprocha.
—¡Bueno pues si tan listo eres! Averigua quien es, Sherlock. —le digo con sarcasmo.
—Pues a lo mejor lo hago, mi querido Watson. —me responde y hace una de esas sonrisas de superioridad que me dan ganas de borrarle de la cara de un puñetazo.
-¡Eh! ¡Yo no quiero ser Watson! Sería mejor Sherlock que tu, seguro que la encontraría antes, además soy el mayor. —protesto, yo tengo mas derecho a ser Sherlock.
—Solo por cinco minutos ¿Quieres apostar? —me dice con chulería—. Si yo gano me regalas tu coche.
-¿Y si gano yo? —protesto—. Quiero tu guitarra, la que esta firmada por Billie Joe.
—Ni de coña tio, no te pases. —le miro, protesto porque el me pidio el coche y finalmente acepta—. Si consigues que salga contigo te doy la guitarra y si lo consigo yo me das el coche.
—Va a ser complicado, descubrir quien es igual no pero esa chica parece que tiene un odio increíble hacia nuestra especie. —nos damos un apretón de manos y Logan me dice.
—Si fuese fácil no sería un reto. —después me revuelve los rizos del pelo despeinándome y se marcha por el pasillo.
Yo vuelvo a peinarme los rizos y trato de pensar en una manera para averiguar quien es esa chica.
Narra Logan
Descubrir quien es la chica del artículo no debería ser muy complicado, si no me entero yo, otra persona se enterará tarde o temprano. Los secretos una vez que lo saben más de una persona, ya no son un secreto y es cuestión de tiempo que la verdad salga a la luz.
Mi primera idea es revisar la oficina del periódico, el artículo fue publicado allí y probablemente encuentre algo que me ayude.
Aprovecho la hora de la comida porque casi todos estarán en la cafeteria y la sala estará vacia. Me acerco por el pasillo vigilando que no me vea nadie y me acerco a la puerta. Tengo suerte y no esta cerrada con llave, alguien debe de haber estado aqui hace poco y se olvido de cerrar.
Definitivamente alguien estuvo aqui hace poco. La papelera esta tumbada en el suelo y muchos papelitos salen de ella, hay una caja en la mesa y muchas hojas tiradas por ella, recojo algunos para ver que son y me sorprende bastante lo que leo.
Para la escritora fantasma:
No se quien eres y no se si nos conocemos, pero pareces entenderme mejor de lo que otras personas hacen.
Yo estoy harta de que no me valoren, tengo la sensación de que para mi novio solo soy un juguete al que puede recurrir cuando se aburre y después olvidarse de mi.
No hago más que gastar rímel llorando por cosas de las que debería pasar.Hayley, 17.
Vuelvo a mirar la firma en la parte de abajo del papel y si, no me lo estoy imaginando, esta carta es de la novia de Harry. No sabia que ella se sentía asi de mal y que su relación esta tan jodida. Hayley es de esas personas que siempre tienen una expresión feliz, su cara es como una máscara con una sonrisa dibujada con permanente.
Puede que eso es todo lo que es, una máscara.
Guardo la carta en la caja pero luego lo pienso mejor y la guardo en mi bolsillo, mi hermano debería leerla.
El resto de las cartas son de otras chicas y la cantidad que hay de ellas me hace pensar en la magnitud de todo esto. Es cierto que podemos ser unos imbéciles y a veces solo pensamos en nosotros mismos, pero sin nosotros ¿Quien las escucharía parlotear sobre sus cosas? ¿Quien les haría sentir mejor diciendoles lo guapas que estan? ¿Quien las abrazaría cuando tuviesen miedo?En el escritorio encuentro una hoja que me llama la atención, esta llena de tachones y escrita primero en azul y luego en negro, como si se le hubiese acabado la tinta al otro bolígrafo. La leo y choco las cinco mentalmente conmigo mismo, es el artículo original en papel escrito por el puño y letra de mi chica fantasma.
Empiezo a pegar pequeños saltitos y a bailar.Emma Fields
Escucho pasos por el pasillo y suena la campana, salgo silenciosamente y me alejo por el pasillo.
Ya me estoy imaginando con el coche de Harry, lo llamaré el Loganeitor o el Logimovil.
Bueno, tal vez debería pensarme mejor lo del nombre.
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My little secret
Teen FictionEmma Fields tiene una política antichicos, para ella son las criaturas más odiosas e insufribles de todo el universo y solo valen para problemas. Harta de ellos, un día escribe un artículo en el periódico de su instituto exponiendo su opinión. Harr...