My little secret

La fiesta

Capítulo 20 : Narra Harry

Spencer parece haber encontrado algo porque señala a la zona de los helados y grita para llamar la atención de Logan y... ¿Emma?

—¿Esa es Emma? —le pregunto a Spencer mientras nos acercamos.

—Si, la he dejado bonita eh. —Spencer sonríe con orgullo—. Más te vale hacer que ella te adore hoy, he apostado por Hemma contra Dylan y no quiero perder mi dinero.

—¡¿Qué?! —exclamo sorprendido y ella abre la boca para contestarme pero la vuelvo a interrumpir—. Mejor déjalo, no quiero saber nada de apuestas.

Si Spencer cree que yo pueda gustarle a Emma lo lleva complicado, Logan me lleva ventaja, como a todos no se me ha pasado la manera en que esos dos se miran. A Logan le gusta Emma aunque es demasiado cabezota para reconocerlo y ese puede llegar a ser su gran problema. A mi también me gusta Emma, demasiado para mi gusto pero al menos no me da miedo reconocerlo.

—Logan no me convence para ella pero tu si, eres el que menos daño le ha hecho.

Me sorprende que Spencer no está hablando en broma como de constumbre, está hablando en serio. Ella realmente se preocupa por Emma, es una buena amiga.

—Creo que es tarde... a ella le gusta Logan.

—Logan me cae bien pero ha jugado con demasiadas chicas y no quiero que Emma sufra, ella es demasiado buena persona. —Spencer me da una palmadita en la espalda—. Nunca es tarde para que lo intentes.

Spencer y yo nos miramos unos segundos, me guiña un ojo y me dice que ella se encarga de todo. Me gusta la forma en que confía en mí, me da esperanzas, no pienso decepcionarla.

Llegamos a donde están y Emma mira enfurruñada a Spencer. Incluso con el ceño fruncido está preciosa, sus ojos azules brillan como diamantes y su vestido dejaría a cualquier chico sin respiración pero lo que la hace aun más hermosa es el hecho de que ella ni siquiera sabe lo preciosa que es.

—Logan, ven vamos a bailar.

Spencer agarra a Logan del brazo sin darle oportunidad a protestar, Dylan los fulmina con la mirada y los sigue dejándonos a nosotros solos.

—¿Quieres ir fuera? Necesito que me dé un poco el aire.

Caminamos por la sala hasta salimos al jardín, que debo de decir que es increíblemente grande, no se ni si se le puede llamar a esto jardín. En el medio hay una fuente y a su derecha un laberinto formado por setos y rosales. Emma entra en él, caminamos un poco mientras hablamos, ella me cuenta una historia sobre su hermano y una mofeta pero estoy demasiado distraido contemplando cómo la luz de la luna crea sombras y luces en su hermoso rostro, desearía poder dibujarlo pero creo que nunca captaría tanta perfección.

—Harry ¿Me estás escuchando? -me pregunta al ver que estoy distraido.

—Si... es genial que tu hermano se comprase una mofeta.

No he debido de acertar con mi respuesta porque Emma inclina la cabeza hacia atrás y suelta una fuerte carcajada. Me encanta ese sonido.

—Mi hermano no compró una mofeta, él se convirtió en una. —ella niega con la cabeza—. ¿En qué estabas pensando?

Emma se detiene un momento y se apoya contra uno de los setos quejándose del dolor de pies. Pienso en mentirle pero recuerdo el consejo de Spencer.

—Estaba pensando en ti.

Emma resopla y se ríe.

—No hay mucho que pensar sobre mí. —Dice y yo la miro sorprendido.