CAPITULO XXI
-Dean, no me digas que esperaré otro nieto -comenta mi padre desde afuera de la puerta del baño.
-No señor, por ahora no -todos ríen mientras lavo mi cara y enjuago mi boca.
Doy un gran suspiro y salgo del baño, mi resaca apenas está haciendo efectos.
- ¿Cómo te sientes? -me pregunta mi madre apenas salgo del baño.
-Bien -sonrío y busco a Dean con la mirada, está alejado del grupo de persona que me acorrala, habla por celular; debe tenerlo en vibrador ya que no escuché ningún timbre.
-Debe ser el estrés y todo lo que está pasando -comenta mi hermana intentando ayudarme.
-Debe ser eso... -dice Chloe mientras se acerca a mí y me abraza, necesito ir a un lugar tranquilo y olvidarme de todo por un tiempo.
- ¿Aún estás pensando en ir a visitar las empresas Blue? -pregunta mi padre leyéndome la mente, Dean enseguida fija su mirada en mi a la espera de alguna respuesta.
-No lo sé -digo en un susurro; ahora que las cosas con el dios griego se arreglaron, no quiero separarme de él.
Todos caminan hacia la gran sala mientras voy en busca de Dean.
-Si no quieres, no voy -le digo mientras guarda su teléfono.
Sonríe a medio lado y me abraza.
-No quiero que dejes de hacer cosas por mí, puedo estar sin ti durante unos días y mejor aún si lo haces para alejarte de los problemas que nos rodean aquí. Ve a ese viaje y disfruta, aprende, pero sobre todo no dejes de pensar en mi -me guiña un ojo y río.
-Siempre tu ego debe de andar por algún lado. -juego con su cabello.
-Siempre te esperaré -me da un beso casto y escuchamos toses falsas.
Nos reunimos de nuevo con la familia y comenzamos a hablar sobre diferentes cosas; durante toda la charla he estado agarrada de manos con Dean, el tiempo que estuvimos separados fue eterno y perpetuo.
Quiero ir al viaje de negocios, pero tengo miedo a qué puede pasar durante mi ausencia, me siento demasiado insegura para ser sincera, la antigua Blue está regresando.
Suena el timbre y doy un pequeño salto, el dios griego me mira preocupado.
-Tranquila, estoy aquí para ti -besa mi cabeza y aprieta nuestro agarre.
Luego de unos minutos, mis padres vuelven a sus oficinas mientras yo arreglo la pequeña maleta que me llevaré, solo duraré cuatro días fuera de casa.
- ¿Qué tal? -dice Dean saliendo de mi armario con un vestido rojo corto, unos tacones blancos y un bolso de mano blanco también.
-DI-VI -contesto riendo a mas no poder, me acerco a él junto a un pinta labios rojos- ven, vamos a darte el ultimo toque.
Dean hace muecas y al final puedo pintarlo bien, me alejo de él y cuando no pienso en ver algo más extravagante sale mi hermano con un vestido azul rey también corto y unos tacones dorados, aunque el ya trae sus labios pintados con un rosa muy fuerte; Chloe y yo comenzamos reír a mas no poder, nuestros chicos son muy raros.
-Por favor, posen -dice Chloe mientras acomoda su celular para tomarles la foto, Dean posa con la boca como un pato y Sam intentando sacar más trasero del que tiene, volvemos a reír.
-Yo quiero una foto con ellos, pero esperen un momento. -salgo de la habitación directo a la de mi hermano y cojo uno de sus pantalones negros junto a una camisa blanca y su chaqueta, me pongo rápidamente los zapatos y me recojo el pelo en un tomate.
ESTÁS LEYENDO
Una historia de amor que jamás dejará de ser escrita
RomanceHay historias de amor que jamás dejan de ser escritas, y este es nuestro caso. Se prohíbe adaptación y copia. Todos los derechos reservados.