CAPITULO 28

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CAPITULO XXVIII

Después de dejar salir mis sentimientos en la bañera, salgo de esta y me cambio de ropa antes de que pueda enfermarme. No quiero saber nada de nada, como estaré de mal que no quiero saber nada de comida, aunque ella y yo forever, en este momento debemos estar separadas.

Me acuesto mirando el techo e intento imaginar que Dean está a mi lado, es la única persona con la que quiero pasar mi vida, con él, el amor no es subjetivo, ni estúpido y esas cosas. Puede que cometió un error y que ese error nos separara, pero realmente a él lo amo y nadie puede quitarle ese puesto y privilegio.

Cierro los ojos y me dejo caer en los brazos de Morfeo, siento que mi cabeza puede estallar en cualquier momento.

Mi teléfono comienza a sonar a mi lado, me siento demasiado enferma y la llamada me pone peor, es de Wesley, no quiero saber nada de nada, ni de nadie. Apago mi celular y de nuevo me acuesto a dormir. El dolor de cabeza me está volviendo loca y la fiebre me está matando.

Suena mi timbre, ¿será que hoy no puedo estar sola?

Me paro envuelta en las sabanas y veo por el ojo de la puerta, es Ashley, mi secretaria y la única persona en la que confío aquí. Abro la puerta y dejo que pase.

- ¿Dónde estabas metida?, luces como si te hubiese pasado un carro por encima -deja las bolsas que trae en la mesa de la cocina y se dirige hacia mí.

-Así es como me siento -me abraza y besa mi cabeza.

-Estás ardiendo, menos mal traje el bolso de tus medicinas que dejaste en la oficina el viernes en la mañana -dice sacando de su bolso mi botiquín.

-No sé qué haría sin ti Ash- me acuesto en el sofá, no siento mi cuerpo y no tengo fuerzas para nada.

-Lo sé, soy un amor -menea su corta y rubia cabellera.

-Veo que has estado hablando mucho con Chloe -niego con la cabeza.

-Puede decirse que si -ríe y me pasa una pastilla con un poco de agua.

Me siento y me tomo el vaso con agua, quiero darme otra ducha y no levantarme de la cama hasta mañana que tenga que ir a trabajar.

-Antes de llegar a tu apartamento me llamó Wesley, a veces se pone intenso -comenta mientras come una manzana que ha sacado de mi nevera.

-Si... -susurro- no estoy segura de este paso Ash.

-Lo sé y se te nota en la mirada, mueres de nervios y arrepentimiento -se acerca a mí y me abraza.

-Quiero decirle que no sin herir sus sentimientos -tengo ganas de llorar.

- ¿Por qué no te vas de vacaciones a casa hasta cuando te sientas más calmada y tengas todas tus ideas claras? -me da una idea.

-Puede ser, me iría mañana en la tarde después de dejar todo listo en la empresa, puedo dar mis últimas clases de la universidad por internet, nada más son 4 clases hasta el grado. -me agrada la idea de Ash, necesito los abrazos de mi familia.

-Ya mismo me pongo a reservar tu tiquete... y en cuanto a Wesley, ¿cuándo le dirás? -me pregunta mordiendo la punta de su pulgar, conocemos a Wesley y sabemos que siempre no es una pera en dulce. Tiene su genio y a veces se pasa de arrogante y malcriado cuando tengo que salir fuera de la ciudad o del país. Piensa que me voy con un amante o algo parecido... puede ser un argumento para arrepentirme de la decisión que he tomado. Si no tiene confianza en mí, como yo en él, ¿de qué sirve?

-Me importa, yo puedo manejar mi vida, ya soy adulta y porque lleve este anillo en el dedo no significa que me deje mandar por él. -el teléfono de Ashley comienza a sonar y aparece el nombre de Wesley en este.

Una historia de amor que jamás dejará de ser escritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora