CAPITULO 39

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CAPITULO XXXIX

Siento como mueven levemente mi brazo.

Siento mi cuerpo de una manera extraña, todo pesado y sin fuerzas, como si me hubiese pasado una cabalgata encima.

Antes de intentar abrir mis ojos, recuerdo mi realidad. Blue se ha ido. Aprieto mis ojos y llevo mis manos a mi cara... casi se me olvida de la férula que tengo en la mano izquierda. Con mi mano derecha puedo notar todas mis mejillas mojadas; no he parado de llorar ni, aunque estuviese dormido.

Termino de despertarme y lo primero que se cruza en mi vista es la cara de mi hermano, me mira emocionado y lleno de vida. No parece acordarse de que Blue no está con nosotros. ¿Acaso que le sucedes?, ¿estará de nuevo consumiendo drogas?... o no, esto no le agradará a Less.

Frunzo el ceño y me siento de forma erguida. Siento como si mi alma pesara toneladas y la respiración se me dificultara. ¿Para que me ha despertado Christian si sabe que estoy evitando vivir mi pesadilla en carne propia?

Tomo una bocana de aire y de nuevo intento familiarizarme con lo que tengo alrededor.

Christian se inclina llegando a mi altura y comienza a frotar mi brazo derecho con su mano derecha. Me mira muy emocionado, preocupado, pero también lleno de paz.

- ¿Todo bien, hermano? -me pregunta y me pasa una taza de café que tiene en su mano izquierda.

-No, ¿como puedes preguntarme ello? -sueno algo irritado. ¿por qué hace esas preguntas tan estúpidas?

Tomo un poco de café.

-Porque estabas alterado, no dejabas de llorar y de respirar de forma extraña... -lo miro como si no fuese obvio- ¿Por qué no está todo bien? -me mira preocupado.

-No es hora de hacerte el pendejo, ¿acaso estás de nuevo consumiendo drogas Christian?, ¿no te acuerdas de que Blue ha muerto?... ¿Cómo llegué de nuevo aquí? -miro confundido la sala de espera de urgencias.

Mi hermano me mira preocupado y le hace un gesto a alguien que se encuentra detrás de mí. Me siento desorbitado y algo asustado.

Segundos después, se sitúa a su lado un doctor... el mismo doctor que ha puesto la férula en mi mano izquierda.

Miro a los dos con el ceño fruncido. Siento que la cabeza me va a explotar intentando entender que está pasando y por qué los dos me miran así.

-Dean, Blue no ha muerto -habla tranquilamente mi hermano. Miro al doctor quien dice "no" con la cabeza confirmando lo que ha dicho mi hermano. Le miro incrédulo, no estoy para juegos. -Ella está ahora siento llevada a una habitación. Todo está bien, ella y tus hijos están bien.

¿Qué? ¿Cómo así que no está muerta?, ¿acaso el doctor no nos dijo a todos que ella había muerto y fue allí cuando salí corriendo y luego Chloe llegó a mi lado?, ¿mis hijos?, ¿pero qué rayos?

Al ver mi cara de preocupación y llena de preguntas, el doctor se acerca a mí y comienza a examinarme en el lugar donde estoy sentado; mis piernas no me permiten ponerme de píe. Siento nauseas.

-Explícate -le pido como puedo.

-Primero, antes de que comience explicar todo tu hermano, por favor Dean, respira tres veces... -me pide gentilmente el doctor y le hago caso- Bien, puedes seguir, Christian.

El doctor se sitúa a mi lado como si estuviese preparado ante cualquier reacción.

-Ella está bien... -comienza a rascar su nuca algo nervioso- Cuando te pusieron la férula, todos le pedimos al doctor darte un tranquilizante al verte cuan alterado estabas. Hermano, todos estábamos asustados de que te diera un infarto... hasta las demás personas que estaban en esta sala. -me mira mi hermano junto al doctor esperando mi reacción.

Una historia de amor que jamás dejará de ser escritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora