~° Tu Encanto - Camilo Madrigal

XVI

Me sorprende la cantidad de gente que dice que el libro les salió en recomendados o el primero en la lista al buscar... A mi ni me aparecía xdxd.
Muchas gracias, por todo. No me esforcé ni en la portada ni en la descripción, pero mucha gente linda pudo llegar hasta acá. Gracias por el voto de fe xdxd.

~•~

—Estamos comprometidos.—

Camilo y Emilia se habían parado frente a la mesa tomados de la mano, bajo la curiosa mirada de toda la familia.

—¿fingimos sorpresa?—soltó Dolores divertida.

Pepa gritó emocionada, haciendo que un relámpago aturdiera a todos.

—¡que buena noticia, cariño!—abrazó a la chica con fuerzas, quien rió al ver el pequeño arcoiris que le regaló la mujer.

—¿seguros de eso, chicos?—la abuela Alma los miró preocupada—. Creo que hemos aprendido por las malas que adelantarse con esas cosas es algo... peligroso.—

—No quiero que lo case con otra, asi que lo aparto para mi.—Emilia sonrió divertida—. Lo tomaremos con calma, esta bien.—

—¿"casarlo con otra"? Pero si éste muchacho muere por ti, míralo.—

Alma señaló a Camilo, quien miraba tontamente a la chica.

—Además, no habría permitido que eso pase.—intervino Pepa—. Nonono, tú eres perfecta.—

—Vas a empaparlos, Pepi querida.—

Felix tuvo que tomar a su esposa y alejarla un poco del par de chicos, pues las lágrimas de emoción que tenía comenzaban a llamar una nube de lluvia.

—Nos casaremos en algunos años, de todas formas. Cuando ambos cumplamos la mayoría de edad.—Emilia miró a Alma, luego a los padres de Camilo—. Mis padres le dieron la bendición a Camilo esta mañana, así que... yo quería saber si... ¿sería aceptada por ustedes?—

La primera en abrazar a la chica fue Pepa, luego Félix, Dolores...
Antes de poder asimilarlo, Emilia era parte de un enorme abrazo familiar.

—Tú eres más que bienvenida, querida.—Alma acarició su mejilla con cariño—. Aunque la verdad tú eres parte de nosotros desde hace un buen tiempo...—

Emilia sonrió conmovida, a punto de llorar.

—No~, no llores.—Camilo besó sus mejillas.

—Pero estoy feliz~

—Entonces sonríe, amo cuando lo haces.—

Pepa volvió a aturdir a todos con uno de sus relámpagos.

—¡son hermosos, mírense!—

—Pepi...—

~•~

Cuando Emilia cumplió 18 un par de años después, Camilo aún seguía pensando en esa pequeñita diferencia de edad.

—Sabes que no cambiará nada ¿no? Solo es un número, unos mesecitos de diferencia.—

Emilia se sentó junto al chico apenas notó que no disfrutaba de la fiesta.

—No... No me preocupa.—

La chica lo tomó de las manos y lo sacó a bailar al verlo tan pensativo.

—Sí~, sí lo haces.—rió bajito—. En algunos meses, tú cumplirás 18 y nos casaremos... Si es lo que quieres.—

—¡Sí lo quiero!—exclamó exaltado, haciendo que la chica riera—. P-pero es que llevo tanto tiempo esperando esto que ahora me siento nervioso... ¿tú no?—