INFECTADOS

2

ELLIE

Mis odios captan las voces de mi alrededor, abro los ojos lentamente intentando enfocar mi entorno, lo primero que veo es un enorme ventanal que da a la ciudad, la cual ya se encuentra a oscuras, me remuevo en la cama intentando incorporarme.

–Cariño, ¿como te encuentras?– la mano de mi madre acaricia mi pelo suavemente.

–Agua.– consigo decir en un murmuro.

–Enseguida, voy a buscar al médico.– mi madre se levanta y se dirige a la puerta de la habitación.

Veo apoyado en los sofás a Greg el cual me mira preocupado.

–Te desmayaste de la ansiedad Ellie.– se incorpora y se coloca a un lado de la camilla– pero tu padre Matt te dio las pastillas, no tendría que haber pasado esto.– su voz está llena de preocupación.

Es entonces cuando a mi mente llega el recuerdo de mis notas finales y como me desmayé de la nada.

–Mis notas....– la voz me sale ronca, lo que me hace darme cuenta de que llevo mucho tiempo en esta camilla.

–Ahora mamá te contará, pero necesito que te tranquilices.–veo como su mirada va dirigida a mis manos las cuales ya han comenzado a temblar.

En ese momento entra mamá junto a un médico y a una enfermera a la habitación, mamá se acerca dándome el vaso de agua el cual trago en menos de dos segundos, notando mi garganta muy agradecida.

–Ellie soy el Doctor Somer, ¿como te encuentras?

–Mejor– digo aunque no sea totalmente cierto.

–Me alegro, te hemos recetado unas pastillas para evitar que esto vuelva a ocurrir, por el momento te pedimos que no vuelvas a exponerte a niveles tan altos de estrés, ya que podrían causarte problemas cardiacos a futuro.

–Entendido– digo agarrando la mano de mi madre.

–No sé preocupe doctor nosotros nos encargaremos.– aclara mi madre.

–Bueno entonces eso sería todo, deben ir a por las pastillas y podrían irse.– dice el doctor, mientras la enfermera saca la vía de mi brazo y me ayuda a incorporarme para salir de la cama.

Cuando ambos se van agarro el brazo de mamá.

–¿Mis notas?– pregunto angustiada.

– Tranquila Ellie, está todo solucionado.– dice haciéndome sentir aliviada.– Como ya sabes mama es amiga de la Sra Poil, pues bueno hablé con ella y él comente lo que había pasado. Al final el Sr Poil va hablar con los profesores porque él también piensa que debe haber algún tipo de equivocación.

La felicidad no cabe en mi cuerpo y salto encima de mi madre dando saltitos de alegría y tanto mamá como yo empezamos a reír y saltar como niñas pequeñas.

–Bueno ya mis niñas, que una de vosotras tiene 21 y la otra 56.– los brazos de Greg nos abrazan a ambas.

–Oye perdona que yo estoy estupenda para mis 56 eh.– dice mama golpeando el brazo de papá.

–Tienes razón, estas como para comerte.– la mirada que le dedica Greg a mamá hace que me suelte inmediatamente.

–Oye que asco, que soy vuestra hija.– digo haciendo como una arcada, tanto mamá como papá estallan en risas– voy a cambiarme.

Me dirijo la baño de la habitación en la cual me quito la bata y me coloco la ropa con la que venía.

Cuando salgo mamá ya no está y es Greg el que me espera, me acerco a él haciendo que pase su brazo por encima de mis hombros de manera protectora.