INFECTADOS

3

ELLIE

En el coche suena una canción antigua que ha puesto Stefan para hacerse el protagonista, mientras va llorando por la carretera.

I am not the only traveler
Who has not repaid his debt
I've been searching for a trail to follow again.
Take me back to the night we met.

Intento contener la risa ya que está dando todo un espectáculo, lleva desde que salimos de la FE llorando a moco tendido.

And then I can tell myself
What the hell I'm supposed to do
And then I can tell myself
Not to ride along with you

En verdad me da pena pero no quiero pensar como reaccionaran los demás cuando se enteren, de que en menos de una semana me voy de casa, aunque conociéndolos ellos ya lo sabrán.

I had all and then most of you
Some and now none of you
Take me back to the night we met
I don't know what I'm supposed to do
Haunted by the ghost of you
Oh, take me back to the night we met

Papá grita a pleno pulmón la letra de la canción como si la sintiera de verdad, alargó la mano pulsando el botón que bajo el volumen de la música.

–Papá creo que escuchar música deprimente cuando estas triste no es muy buena idea.– se gira hacia mí mirándome mal, como si fuera tonta.

–Quien no hace esto si que no es normal.– se limpia las lágrimas que le empapan la cara– déjame sufrir a gusto.

Sube nuevamente el volumen por lo que agarro mi móvil ignorándolo por completo. Me meto en el grupo de las chicas viendo que hay como unos 1000 mensajes.
Paso de todos los mensajes de ayer por la noche hasta llegar a los de hoy.

Leo algunos cotilleos de anoche y veo algunas fotos de anoche donde salen todas las chicas de mi año juntas en un local del distrito A. El grito de papá Stefan me hace soltar el móvil asustada.

–¿Ignoras mi sufrimiento?– pregunta ofendido.

–No papá yo jamas haría eso, ¿como crees?– el sarcasmo inunda mis palabras haciendo que papá me mira mal.

–Bueno pues ya hemos llegado.– me giro mirando por la ventana viendo que tiene razón– Ya verás cuando lo sepan tus padres y tú madre.

–Creo que ellos ya lo saben.– digo en un susurro.

–Y porque no me han dicho nada.– pregunta ofendido.

–Creo que por esto mismo.– le señalo las lágrimas que le corren por la cara haciendo que se las limpie rápidamente, se cruza de brazos refunfuñando como un niño pequeño.

–Te quiero papá.– salgo riendo.

– Y yo mi pequeña mujercita, voy a casa a avisar a tu madre.– suelta antes de que la puerta se vuelva a cerrar.

Camino hacia el enorme edificio de la FC, intentó buscar a través de todo el monto de gente a Martha y Maddie juntas, camino hacia la puerta poniéndome de puntillas para poder ver mejor.

–¡Ellie!– oígo por algún lado, me giro buscando hasta que veo el cabello naranja de Maddie entre el montón de chicas.

–Dios cuanta gente– camino hasta ellas apartando algunos cuerpos por el camino.