INFECTADOS

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ELLIE

Le doy un trago a mi copa de champán mientras los camareros siguen trayendo aperitivos a las mesas.

Desde que comenzó la velada los camareros se han dedicado a ir de un lado a otro sirviendo distintos platos y copas, intentando así aliviar el ambiente incómodo que apareció en los primeros minutos en los que todo el salón se mantuvo en silencio.

Muchas personas se encuentran de pie en la zona vaciada de mesas en el centro de salón, donde varias personas bailan y hablan entre ellos.

–Me ha llamado tu madre.– me susurra papá en el oído devolviéndome a lo que está sucediendo en nuestra mesa.–Decía que estabas preciosa y que los has hecho llorar en casa.

Me imagino la escena de todos mis padres llorando en el sofá y comienzo a reírme

–¿Cuando os daban las notas del trabajo?– pregunta Erika, la madre de Martha.

–Mañana.– informo, Maddie asiente ilusionada mientras se dedica a observar a las mesas de sectores que tenemos más cerca.– ¿Por qué miras tanto?

–Por qué alguno de esos sectores es el mío.– se gira hacia mi emocionada, su mirada se aparta de mi y se dirige a otro punto.

Me giro en busca de aquello que observa viendo a Martha en su asiento escribiendo furiosa en su teléfono.

–¿Y a ti qué te pasa?– le pregunta Maddie confundida, Martha bufa frustrada llamando la atención de todos los presentes en la mesa.

–Pues que resulta que he vivido engañada durante años.– suelta con la voz llena de ira.

–Cariño,– su madre le quita en móvil de la mano cuando comienza a apretarlo con todas sus fuerzas– no le des más vueltas, ya nos lo explicará.

Martha niega rápidamente respirando de manera acelerada, comparto una mirada con Maddie confusa mientras Martha parece que está a punto de explotar.

–Tenemos que entender sus razones.– comenta su madre consiguiendo que Martha se levante de la mesa arrastrando la silla llamando la atención de varias personas.

–No,– vuelve a negar– no lo entiendo, ni lo acepto.– se da media vuelta y comienza a alejarse de la mesa.

Su madre niega y baja la mirada hacia el mantel, Marie sujeta su mano dándole su apoyo mientas que a Erika se le cristalizan los ojos.

Maddie me mira confusa y yo solo puedo encogerme de hombros.

–¿Vamos?– le pregunto a Maddie haciendo un gesto con la cabeza en la dirección por la que Martha se ha ido, ella asiente y ambas nos levantamos de la mesa.

Nuestros padres se quedan en la mesa mientras nosotras intentamos seguir a Martha.

Pasamos por el centro del salón donde varios hombres intentan entablar conversación con nosotras y aunque nos haga parecer unas maleducadas les dejamos plantados mientras seguimos caminado en dirección a los baños.

Es más importante buscar a nuestra amiga que hablar con un puñado de desconocidos.

Nos alejamos del salón llegando a unos pasillos, caminamos juntas por el pasillo que nos conduce a los baños femeninos y justo antes de abrir la puerta un hombre sale chocándose con nosotras.