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ELLIE

Estoy en la cocina desayunando las galletas que sobraron ayer por la noche junto a mis padres y mis hermanos, hoy es el ultima día de pruebas y también mi última día de clases voluntarias, por lo que me han informado el sábado salen las notas del trabajo final, ese día sabré si después de tanto esfuerzo conseguí aquello que me propuse.

Ayer por la noche mientras hablaba con mis amigas nos llegó un mensaje sobre una conferencia que habrá hoy por la tarde donde informarán públicamente que se realizará el día de la compatibilidad, por lo que hemos decidido quedar juntas en casa de Martha para verlo.

Mientras todos en la mesa hablan sobre temas irrelevantes yo por mi parte me dedico a leer los comentarios de antiguas mujeres que realizaron la prueba neurológica, para poder tener una idea de que es lo que me espera una vez llegue el momento.

Agarro la última galleta metiéndomela en la boca, me tomo el vaso de con leche y bebo un gran trago, cuando Matt y Greg se enteraron de que ayer no me tome la pastilla se cabrearon bastante, me dijeron que debía ser responsable con mi salud ya que en unos días ellos ya no serían los encargados de cuidarme y debería aprender a hacerlo yo sola, por lo que bajo la atenta mirada de ambos tomo la pastilla de la medicación.

Cuando termino agarro mi móvil y leo los últimos mensajes que tengo, algunos de Lark, otros de mis amigas y algunos memes en el grupo de la familia.

–Ellie el móvil en la mesa.– dejo el móvil de lado cuando mamá entra en la cocina dándole un beso a todos mis padres.

–¿A qué hora tenías la prueba?– me pregunta mi hermano mirando el reloj de la cocina.

–A las 9:30, voy bien.–me levanto de la mesa mirando la hora, Paul se levanta también.

–Te llevo. –avisa, sale por la puerta de la cocina sin decir nada más y yo me giro hacia mis padres despidiéndome.

–Suerte cariño.– mamá me lanza un besa, salgo de la cocina agarrando mi bolso y llego hasta la puerta donde está mi hermano mirando su móvil. Ambos salimos juntos y bajamos hasta el garaje del edificio, sigo a mi hermano el quien mantiene toda su atención en aquel aparto.

Cuando llegamos a un coche azul marino las luces parpadean y las puertas se abren, ingrésanos dentro y mi hermano permanece mirando el móvil.

–¿Qué es tan interesante?– pregunto curiosa.

–Yuri– me asomo por su hombro viendo la conversación que mantiene con su mujer.– Esta quejándose de que no la llamo.

–Pues llámala.– digo obviamente, él me mira como si fuera estúpida.–¿Que?– digo confusa.

–No es una fácil, me fuí cabreado y ella pidió que la llamará pero se me olvidó– se frota las sienes soltando un suspiro frustrado.

–A ver querido hermano mío si ella quiere que la llames pues hazlo.–digo clara y es que no entiendo el porque darle tantas vueltas a eso.

–Pero va a estar enfadada y yo no quiero eso.– habla como un tonto enamorado, le acaricio el brazo y él se gira hacia mi.

–Paul, como hermana te digo que tu mujer se va a enfadar mucho más si no la llamas.–su mirada se dirige de nuevo al teléfono que se ilumina con una llamada entrante de Yuri.

INFECTADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora