2: No se habla de Bruno.

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Narrador.

Al día siguiente todo parecía normal, Elena estaba repartiendo su comida, no curativa como la de Julieta, al comedor común del pueblo.

En el camino escucho como Mirabel seguía con lo de "que pasa con la magia".

Elena no quiso meterse en problemas de la familia mágica del lugar entonces como pudo hizo de oídos sordos aunque notaba la mirada de Dolores encima suyo, al menos hasta que la super oído habló con Maribel.

Sus oídos sordos no pudieron seguir así cuando empezaron a cantar "no se habla de Bruno", se notaba que intentaban hacerlo lejos de ella o que no escuchará pero todo el pueblo debe aprender a disimular.

Con incomodidad Elena se paro mientras su esposo me preguntaba si estaba bien.

—Solo iré por más comida —se excuso y vio como sus hijos compartían miradas.

—¿Quien es Bruno? —pregunto Erika.

Gabriel nego con la cabeza.

—No se habla de Bruno —fue lo único que dijo Elena para irse.

Su camino fue silencioso hasta que en un momento Mirabel se acercó.

La chica de lentes acababa de lograr que Dolores admitiera que la mujer había sido esposa de su tío "innombrable"

—Elena... ¿Podemos hablar? —pregunto la morena.

—¿Necesita algo, señorita? —respondió con formalidad.

—Es que, entiendo que puede ser incomodo, pero Luisa me contó que usted antes era una Madrigal y que estaba casada con...

—No se habla de él, Mirabel  —le recordó con tono enojado—, y si quieres hablar de mi pasado te digo que ni lo intentes, no hay nada que sea de utilidad, además que ahora sería una Lopez aunque prefiero mi apellido de soltera.

—Entiendo, pero si eras cercana a él, antes que desapareciera ¿Sabes algo sobre sus visiones? —siguió indagando la adolescente.

—Sé que predecía muchas veces las cosas malas que le pasaría a la gente, o eso es lo que recuerda la gente, cuando decía cosas buenas no lo recuerdan... —Hablo con nostalgia—. Pero ¿que más te puedo decir? Nos abandono, se fue, no desapareció, y sus visiones no se donde las pondría, apenas salía de su cuarto dejaba de hablar de ellas.

—¿Segura que no sabes más? —pregunto decepcionada la de anteojos.

—No, solo te daré el dato que yo le ayudaba a decifrar sus visiones, podría hacerte el favor de hacerlo si encuentras algo, pero con la condición que olvides a ese tío tuyo, ya no volverá —expresó y siguió con su camino.

—Gracias, señora Elena.

Se escucho el grito de Mirabel mientras corria a otro lado.

Elena suspira tranquila cuando Dolores se le acerca.

—¿Cuando dirás la verdad, tía? —pregunta la chica alta.

—Es mejor así, no es necesario decir nada —aclaró.

—Yo creo que si, ayer Erika y Eduardo fueron arrastrados por casita cerca de la puerta de Bruno —aviso Dolores mirando sus uñas, sabía que consiguió la atención de Elena—, casita los estaba esperando con dos puertas mágicas listas para tener nuevos dueños, al lado de la puerta de su padre.

—Esa rata no es su padre —expresó enojada Elena—, Gabriel es su verdadero padre, fue quien me apoyo a cuidarlos y les dio su apellido.

—Sí hubieses hablado con Abuela Alma te hubiese dado todo el apoyo y una casa al lado de la nuestra, tía.

La Esposa de Bruno (Bruno Madrigal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora