Pechitos | KookMin

👶🌸Capítulo I🌸👶

JiMin se encontraba sentado sobre la silla mecedora, en sus brazos se encontraba su cachorrito Misung quien movía sus manitas y boquita desesperados buscando su alimento del día, que el cual aún estaba cubierto por una polera con botones holgada color crema.

-Tranquilo Misunggie la leche no se irá a ningún lado -sonrió viendo a su cachorro que le veía confundido por lo que acababa de decir su papi omega- Muy bien ahora te la dare -comenzó a quitarse los cuatro primeros botones de la polera de dormir que tenía, se lo quitó con un poco de dificultad-

Ni bien su pechito derecho fue liberado, fue apresado por los labios pequeñitos de Misung, quien empezó a succionar desesperado, JiMin solo suspiro rendido por su cachorrito y por el cansancio que tenía en su cuerpo.

Su lindo Misunggie lo levanto a las seis de la mañana, cuando el estaba bien acurrucado en el cuello de su alfa JungKookie, pero bueno todo ese cansancio vale la pena por una sonrisa de su cachorro.

-Ay! Misung más despacio -reclamo el Omega cuando sintió un pequeño dolor por una succionada fuerte de su cachorrito- Comiste hace cinco horas, pero parece que no comiste nunca, tu pancita no tiene un fondo bebé -habló tierno-

Hablar con su bebé le ayudaba a su lobo interior a estar calmado con él mismo, y además de que no corría el riesgo de caer dormido nuevamente, que ahora sus párpados querían cerrarse para dormir.

Su alfa JungKookie a veces le intentaba ayudar con alimentar a su cachorrito con formula de leche, pero siempre fracasaba porque ni bien la tetilla con la fórmula tocaba las papilas gustativas de Misung, el vomitaba encima del alfa y lloraba por la leche materna de su papá Omega.

Era muy selectivo con lo que comia, pero sobre todo con su preciada leche.

Hablando del alfa, alguien estaba tocando la puerta del cuarto de Misung, ya se sabía quien era.

Su Alfa

-Minnie puedo pasar -pregunto detrás de la puerta-

JiMin quien estaba cabezeando por querer dormir, reaccionó por el llamado de su alfa del otro lado de la puerta, dirigió su mirada a su cachorrito quien aún tenía sus ojos bien abiertos, succionando con emoción su pechito derecho.

-Si Kookie puedes pasar

El mencionado no tardo en abrir la puerta e ingresar a la habitación de su hijo, fijo su mirada en su Omega quien miraba a su cachorro tomando de su pechito.

Su lobo interior se movió conmovido por la escena entre su hijo y su Omega, todas las veces en que los veía en esa situación tan única, su lobo reaccionaba así.

-Veo que no quiere soltar su comida aún, es un bebé muy glotón con su lechita - se agachó para quedar a la altura de los muslos de su Omega sentado- a veces me pregunto si su pancita tiene un fondo o no -sonrió leve por su idea-

-Solo es un bebé exagerado cuando toma su leche, con las papillas come lo justo y necesario para él -paso su manita por los cabellos negros de su hijo quien comenzaba a ganarle el sueño-

- Yo digo que la leche que tienes es lo que lo hace especial, me imagino que debe tener un sabor o el olor a vainilla que traes hace que lo tome mucho -puso su mano izquierda sobre la pancita de su cachorro, quien portaba un pijama color verde con la imagen de un tigre en ella y un buzo color gris- A veces tengo envidia de que el pueda saborearla y yo no.

-Kookie! No digas eso, me sonrojo, y tengo sueño, pero aún Misung no se arta.

El cachorrito de un momento a otro se percató de que la leche que tomaba hace unos instantes ya no salía, sus ganas de dormir seguían ahí, pero necesitaba la ayuda de la leche materna para ir al mundo de los sueños.