Hija De Una Luna Sangrienta[Editada]

El Jutsu Mortal

Disfruten su lectura.

(..Z..)

Era un plan suicida, pero no teníamos nada más que esto. Era la única forma en la que podíamos ganar tiempo y retrasar los planes de Madara. El plan era algo complicado, nada sofisticado sin embargo. Pero tendríamos que emplear absolutamente todo de nosotros, era también una forma para devolverle el favor a todos, a todos aquellos que habían sido tan buenos y amables con nosotros.

Si, era indispensable que lo hiciéramos no importaba que. De nosotros dependía que Naruto y Sasuke pudieran ser ayudados para no morir, ellos no podían morir, sin embargo nosotros no eramos tan necesarios como ellos, podíamos hacerlo y ya.

Corrimos fuera del bosque, directo a donde Kakashi y Minato se encontraban. Cuando llegamos nos dimos cuenta inevitablemente que Obito ya no estaba con ellos, ni siquiera sentíamos su chakra, así que estaba muerto al parecer.

-Zukuto, Haruka.-Minato-sama exclamo al vernos, bastante sorprendido.

Kakashi-sensei no dijo nada, se limito a levantarse del suelo y mirarnos con algo de tristeza.

-Naruto y Sasuke se están muriendo, ¿verdad?-Dije yo, a lo que Minato miro tristemente a Kakashi-sensei antes de volver la mirada a nosotros y asentir lentamente.

-El Juubi renacerá pronto por culpa de Madara.-Haruka dijo, con un tono completamente serio y casi severo. Después, una traviesa sonrisa se deslizo en su rostro y dijo lo siguiente de forma burlona: -Pero tenemos un plan.

-¿Un plan?-Minato preguntó intrigado, con Kakashi-sensei mirándonos de forma interrogativa.

-Si,-Dije yo, comenzando a explicarles lo que haríamos.- Les dará algo de tiempo y retrasará los planes de Madara.

-Entonces háganlo.-Minato dijo, con un tono emocionado y los ojos llenos de esperanza.

-Si, pero necesitamos algo de sus chakras.-Dije yo, pidiéndolo de la forma suplicante.

Ambos se miraron y luego nos miraron de forma amigable, reuniendo chakra en sus palmas de las manos y extendiéndolas hacia nosotros. Haruka y yo asentimos a ellos y ambos tomamos un poco de sus chakras antes de despedirnos e ir a los siguientes. 

Haruka y yo corríamos a todo lo que podíamos con las manos entre lazadas.

Para nuestro plan, era necesario y de vital importancia reunir tanto chakra como tuviéramos disponible. También era importante que ese chakra fuera de un nivel superior, chakra de shinobis poco comunes o fuertes, lo aceptable son shinobis excepcionales. Por lo que tardamos bastante tiempo en reunir el chakra de entre los shinobis que quedaban en la alianza. Algunos nos temieron, pero a otros no les importo o simplemente no dijeron nada.

Pero aun no era suficiente.

Por lo que fuimos por los últimos que quedaban, los que conocíamos y sabíamos que tenían chakras poderosos, y necesitábamos de ellos.

Nos detuvimos de golpe frente a ellos, dejando una breve ráfaga de viento levantar algo de polvo. Todos nos miraron sorprendidos de vernos ahí.

Nuestros amigos de Konoha sonrieron, y los Kages simplemente se limitaron de vernos. 

-Los necesitamos.-Dije yo, mirando a todos y cada una de sus reacciones.

-¿Por qué?-Preguntó el Raikage, mirándonos con sospecha.

-Tenemos un plan para retrasar a Madara el tiempo suficiente.-Dijo Haruka, devolviéndole la mirada fija al Raikage.

-Pero necesitamos un poco de su chakra.-Termine por explicar yo, a lo que obtuvimos miradas confundidas y otras algo desconfiadas.