Hija De Una Luna Sangrienta[Editada]

No, Es Muy Temprano.

Disfrutan su lectura... (^-^)/

(...)

El tiempo aquí no existe, es irrelevante. Nunca me queje de ello, pero ahora es más frío y doloroso.

Suspire débilmente.

¿Hace cuanto perdí la fuerza para moverme? ¿Hace cuanto comencé a ver todo tan vacío y triste? ¿Siempre había sido tan nostálgico?

-Recuerdo cuando visitamos Konoha por primera vez.-Murmuré, aún con falta de óxigeno. No mentiré, sentía como si mis pulmones fueran a colapsar.

-Lo hago...-Haruka susurró, riendose por lo bajo.-Los odio tanto...

Mi padre  me había mandado con un escuadrón de Ambu a una misión, él decía que nunca era demasiado temprano para aprender. Sin embargo, no me importa. Me gusta salir de la villa.

-Pasamos la barrera.-Informó un Ambu enmáscarado.

-Bien, saben que hacer.-Todos asintieron y se dispersaron.

Mi padre los había mandado a Konoha para mantenerlos vigilados, era algo de rutina semanal, mi padre decía que aunque fuesemos aliados teníamos que supervisarlos, cualquiera puede traicionarte en cualquier momento. Yo, aprendo muy rápido, no es por presumir, pero mi padre lo dice mucho, dice que yo seré la cabeza del Clan, una genio. Tengo solo un año y medio, soy muy pequeña aún, tengo un gran camino que recorrer para convertirme en la líder del Clan y reemplazar a mi padre en su lugar.

-Vamos, Zukuto-sama.-Me dijo el enmáscarado que me cargaba en su espalda.

Él, es Ayato Kurosaki, próximo líder en la rama de la familia silenciosa, ahora Ayato-niichan es líder de escuadrón. Pronto tomará el lugar de su padre antes que su hermana menor.

Ayato paró sobre las ramas de un árbol y me bajo. Tuve que sostenerme de su ropa para no caer, bueno, en realidad sentía que caería del árbol si me soltaba o separaba de él. Como dije antes, mi padre espera ya demasiado de mí a pesar de que solo tengo un año y medio de vida.

Ayato-niichan es el encargado de cuidarme y protegerme en esta misión. Él es una persona muy amable, siempre me enseña cosas increíblea, también, es un amante apasionado de los tulipanes rojos. Le encantan.

-¿Esta siendo esto educativo para usted, Zukuto-sama?.-Ayato-niichan me preguntó muy amablemente. Si pudiera ver su rostro, juraría que me sonríe con dulzura como siempre hace.

-Por supuesto.-Contesté muy entusiasmada, aún aferrandome a su ropa.

De repente, Ayato-niichan se puso tensó y rigido, miró por encima de su hombro a trás suyo. ¿Había oído algo?

-Lo lamento, Zukuto-sama.-Ayato-niichan me bajó del árbol de un salto al suelo.-¿Podrías esperar por mí? Hay algo que quiero ver.

Asentí sonriendole y el acaricio mi cabeza antes de irse y perderse entre los árboles de ese bosque.

Me senté en el suelo -cerca de la sombra fresca de un árbol- y esperé por Ayato-niichan mientras tarareaba una canción. Esa canción, mi madre siempre me la canta antes de dormir.

Me gusta mucho estar con mi madre, ella dice que soy especial, que nací gracias al amor que ella y mi padre se tienen. Madre ama mucho a mi padre, aunque nunca se lo he escuchado decir directamente a padre, ella siempre me dice que lo ama mucho, con todo su corazón. ¿Me preguntó porque no se lo dice?

Me mantuve una hora o dos esperando por Ayato-niichan. Fue tanto tiempo, él estaba tardando mucho, así que comencé a ponerme muy triste y luego comencé a llorar porque quizas él me había abandonado ahí, en ese lugar desconocido.