Mi Ser Interior

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Disfruten su lectura... (^-^)/

No voy negarlo, siemore fue y sería un horrible espéctaculo horripilante ver como Haruka tomaba posesión de mi cuerpo, no sabría describirlo con exactitud, pero si tuviera que hacerlo, diría que era como si mi cuerpo no obedeciera las ordenes que le manda mi cerebro.

Cuando la sangre entraba en el contexto de la situación, Haruka no se andaba por lo anaqueles y se descontrolaba, dejaba que su mente fuese comsumida por sus más bajos instintos primitivos como un animal salvaje; que básicamente solo constaba de asesinar y beber sangre.

Haruka gruñía por lo bajo, clavando con ferocidad sus colmillos en el cuello de un Ambu, atrávesando la piel como papel y succionando con fuerza hasta la última gota de sangre en el cuerpo muerto.

-¿Zukuto...?-Una voz, terriblememte familiar, interrumpió en medio del tortuoso silencio.

No puede ser...

Esa voz, tan familiar, temía que fuera verdad. El no podía estar aquí. Simplemente me deje llevar por la negación.

Haruka dejó lo que hacía y se giró de golpe, notando la presencia de Kakashi-sensei detrás de nosotros. Sin embargo, como era de esperarse, Haruka solo le reconoció como alguien que entraba en su terriotorio, y po si no fuera ya peor, que interrumpía su hora de cazar.

-¿Que haces...?.-Kakashi-sensei susurró inaudiblemente, mirandome con sorpresa y otra cosa que ya no pude identificar.

Haruka simplemente estiró sus labios hacía arriba, dandola una torcida sonrisa contenta a Kakashi-sensei, sin más, se levantó y lo miro fijamente de lado, torciendo su postura y limpiandose la sangre que escurría por su barbilla con el dorso de la mano, y al final, lamerse los labios y sus comisuras con disfrute.

Pero no acabo ahí, realizó los sellos con una ráñidez inhumana y convocó las Cadenas Ágiles del Jagüar, técnica del elemento Natura, y sin perder más tiempo se lanzó para atacar a Kakashi-sensei.

Haruka, detente. Escucha, no puedes atacarle. Recuerda que es nuestro maestro.

No importó cuanto le había rogado, antes, lo hice durante días, intentando y fracasando cruelmente. Mi voz no le alcanzaba, no podía hacer nada y me sentía débil e impotente.

Intente abrazarme a mi mísma y simplemente sollozar en silencio...

(..K..)

Zukuto estaba de pie frente a mi, su postura estaba torcida a la derecha, me miraba fijamente, me daba una sonrisa torcida y contenta, todo eso junto cin la luz de la luna de daba un aire siniestro que jamás sentí venir de ella. Sim embargo, como si eso le hubiera faltado para hacer estremecer, limpio con el dorso de su mano la sangre -que hasta ese momento note- que escurría de su barbilla, lamiendose los labios y sus comisuras con satisfacción por la sangre que se llevaba a la boca.

¿Era mi imaginación o en verdad la había bebido? Si era así, ¿por qué lo hacía? ¿Era esa la razón de su extraño comportamiento?

Me alerté al verla realizar sellos que no pude captar con mi ojo, por lo que me descubrí el otro, aún con el sharingan apenas si podía captar los sellos que usó. Un fino resplandor verde brilló, formando largas cadenas negras que terminaron en una filosa punta de metal y se aferraban a sus muñecas con grilletes. Ni un segundo dejo de mirarme de esa manera, se lanzó hacía a mi y los picos impactaron con dureza en lo que era un tronco de madera, de no ser porque reaccione y utilize la técnica del cambio, hubiera sufrido heridas mortales, esos picos iban dirigidos a puntos vitales de mi cuerpo, como si hubiera sido un ataque estrategico. Me tuve que esconder entre las hojas de un árbol en lo alto.

Hija De Una Luna Sangrienta[Editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora