Mi nuevo maestro

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Disfruten su lectura. (^-^)/

(..K..)

Estaba muy sorpendido y deaconcertado, no pensé que Zukuto fuera a besarme. Ma atrapó con la guardia baja, tarde en reaccionar a aquello, ha pasado una hora de aquello y aún no salgo de mi desconcierto. Había hecho con contrato con ella y ahora era su Maestro, ahora entiendo por lo que se refería a Maestro. En fin, tenía que hacerme responsable de ella, Zukuto podría vivir conmigo hasta que encontrase donde vivir.

Lo veía algo díficil, Zukuto era muy extraña, pero tenía que llevarme bien con ella.

(...)

El Maestro me dejó dormir a su lado, claro, en el suelo con un comódo futón, pero igual era un honor dormir a su lado. Este nuevo Maestro parecía no entender muy bien lo que conllevaba el contrato, pero importaba, yo le enseñaría a ser un buen Maestro.

Entrada la noche, él se fue a dormir y yo con también, mañana comenzaría a servir al Maestro. Estaba ansiosa.

Ya no estamos solo, Haruka, le dije.

Como sea, pero ni crea que te compartiré con él.

Haruka gruñió de forma territorial, como un perro defendiendo lo que es suyo.

Suspire.

Buenas noches, le desee y cerré los ojos.

Buenas noches.

Haruka me deseo también y yo pude dormir.

(...)

Desperté muy temprano por la mañana, me levante, doble el futón de manera correcto y, una vez comprobe que el Maestro estuviera dormido, me dirigí a la cocina y comencé a preparar el desayuno para el Maestro.

Hace tiempo que no cocino, rogue por que no incendiará la cocina o la comida no tuviera un sabor horrible que disgustara al Maestro.

Dejé su desayuno caliente sobre la mesa y a su lado, deje una nota dirigída al Maestro que más o menos decía así:

Maestro,

Fui por ahí a explorar Konoha, no se preocupe por mi y coma su desayuno em paz. Si desea mi presencia frente a usted, solo diga mi nombre e iré con usted con la mayor rápidez que pueda.

                                                     Atte: Z.K.

No tenía llaves de la puerta principal, así que salí por la ventana como única opción y salté al suelo, sin hacer mucho ruido me alejé de la casa del Maestro y comencé a recorrer las transitadas calles de Kohona con tranquilidad. Mirando con nostálgia que no había cambiado mucho desde la última vez que estuve aquí.

En mi travesía, muchos aldeanos me miraban extrañados, no les tome importancia, era normal, no todos los días ves a un tipo todo sospechoso con máscara vagar por ahí. Me detuve cuando divisé una pequeña área de juegos donde varios niños jugaban y reían con felicidad, era una linda vista, seguí mi camino hasta que un ruido me alertó e hizo detenerme. Cerré los ojos y adudicé mi sentido del oído para escuchar con más claridad, abrí los ojos sorprendida al entener el sonido y rápidamente forme los jutsus de teletransportación. En cuestión de segundos ya estaba detrás del Maestro, me arrodillé ante él, mostrandole respeto.

-¿Me llamó, Maestro?.

-Debiste haberme pedido permiso.-El tono de voz con la que él me habló, me dijo que había hecho algo malo.

Baje la mirada avergonzada de mí misma, debía suponer que el Maestro tenía que darme permiso.

-Lo siento mucho, Maestro, no lo volveré a hacer.-Susurré con apemas un hilo de voz.

El Maestro suspiro.

-No, esta bien, es solo que me preocupe cuando no te ví.-Le Maestro se disculpó conmigo.

Baje más la mirada al suelo, no merecía las disculpas del Maestro.

-Oye, esta bien.-El Maestro me tomó de los hombros y me levantó.-Llamamé Kakashi.

Parpadee sorpendida.

-Pero, el Maestro es el Maestro. No puedo llamarte así.-Repliqué con impetú, no puedo llamar al Maestro por su nombre, sería una falta de respeto.

-¿Kakashi-sensei te parece bien, entonces?.

Lo pensé por un momento. Era aceptable.

-Entiendo. Si lo desea, puedo llamarlo así.-Hice una pequeña reverencia al Maestro, digo, a Kakashi-sensei.

(...)

Ya ha pasado algún tiempo desde que llegué a Konoha, me he acostumbrado a vivir aquí, a las misiones con los chicos y a convivir con ellos.

Caminaba por las calles, hasta que el anuncio de un cartel me detuvo. Anunciaba que los examenes Chuinin se acercaban. Naruto debe estar emocionado.

Hace pocos días, Kakashi-sensei me comentó que planeaba nominara los chicos para que participarán. Yo esperaba que salieran ilesos, o al menos que pasarán a la segunda etapa.

Se nos agota el alimemto.

Haruka comentó de la nada con seriedad.

No podemos salir de Konoha así como si nada.

Le advertí, el chasqueo la lengua.

Pensemos en algo rápido, no resistiremos más tiempo.

Haruka me sugirió y yo asentí.

Retome mi caminata y seguí hasta llegar a mi destino, el campo de entrenamiento número 7, era un lugar al que casi nadie venía, era muy tranquilo y perfecto para mi.

Salté a la rama de uno de los tantos árboles ahí, me senté y saqué una libreta de notas de mi gabardina junto con un lápiz, hoy continuaría escribiendo la canción que aún no termianaba. Hoy estaba inspirada.

Mire hacía arriba, la luz del sol se filtraba con suavidad a tráves de las hojas de los árboles y yi no pude evitar acordarme de la vez en que Majou-sama me dio su primer regalo...

N/A:

Trataré de editarlo lo más pronto posible. (^-^)

Tenganme paciencia y perdonen las molestias que les causó.  (~-~)

Sayoonara...

Hija De Una Luna Sangrienta[Editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora