Hija De Una Luna Sangrienta[Editada]

Sangre Maldita

Disfruten su lectura... (^-^)/

Ha pasado tiempo desde que Haruka y yo somos miembros oficiales de Akatsuki. Por el momento, los maestros y nosotros nos encontrabamos inactivos, totalmente aburridos -por así decirlo- en la base de Akatsuki. Con nosotros, también sin una misión por cumplir, estaba Zetsu.

Él no estaba a la vista, pero podía sentir con claridad su chakra, estaba cerca de nuestra posición. Más retirado de Haruka y yo, estaba el maestro Kisame, quien al parecer limpiaba su espada con cuidado. Nuestro maestro Itachi, era el más cercano a nosotros, quien leía cuidadosamente un viejo pergamino, tratandolo con un masivo cuidado.

Haruka y yo estabamos sentados uno al lado del otro, sin soltarnos de las manos y platicando comodamente en una señal mental mientras cerrabamos los ojos para poder concentrarnos mejor.

Esta demasiado pacífico.

Haruka comentó, después de muchos minutos hablando de cosas triviales entre nosotros.

Supongo que ellos también pueden hacerse un tiempo para descansar de esta manera.

Haruka se quedó callado, tras una breve pausa, volvió a hablar, cambiando el tema por completo.

Sabes, creo que llegó la hora de alimentarnos.

El hambre, lo había olvidado.

Es por que nos alimentamos entre largos periodos de tiempo.

....Siento como si eso no fuera de esa manera.

También yo, pero debemos hacer algo.

Pidamos permiso al maestro.

Suena bien.

Abrí los ojos lentamente y parpadee un poco para adaptarme a la luz, habíamos pasado muchos minutos con los ojos cerrados y nos desorientamos mucho con la luz, sobretodo la solar.

Ambos fuimos con el maestro Itachi, él era el más responsable de nuestros maestros, el maestro Kisame no se tomaba muy en serio las cosas como él.

Itachi alzo la mirada, esperando por saber que queríamos de él por su mirar.

-Maestro Itachi.-Haruka lo llamó.

-Deseamos su permiso para alimentarnos.-Proseguí yo. Ojalá nos dijera que sí.

Ya comenzaba a temblar ligeramente, el hambre poco a poco se sentía en mi cuerpo. Haruka también debía sentirse de esa forma.

Itachi nos miró fijamente, como si intentará descubrir si había algún significado oculto tras eso, segundos después, asintió desinteresadamente y volvió su vista al pergamino que antes leía.

Haruka y yo sonreímos por satisfacción.

Caminamos directo a la salida. Nuestros sentidos comenzaron a agudizarse como siempre sucede cuando cazamos. Una vez fuera, podía sentir el aire frío en mi piel, alcé la vista al cielo, confirmando que ya era de noche y la luna se alzaba en el manto estrellado, extrañaba mirar la Madre Luna llena. Aunque no supiera porque.

Sin embargo, cundo Haruka y yo nos disponíamos a perdernos entre el entorno para encontrar alimento, sentimos el chakra del maestro Itachi atrás nuestro, por lo que nos giramos para verle.

-¿A dónde van?.-Su voz aterciopelada lució curiosa, hasta cierto grado.

-A alimentarnos, maestro Itachi.-Haruka le respondió, mirandole desde abajo y poco sumiso. Pude detectar que se burlaba sutilmente.